Un intensa agenda en terreno ha venido desarrollando el equipo de la Defensoría Regional del Maule, con miras a un posible retorno a las funciones presenciales y de atención de público en las oficinas que mantiene la institución dentro de la región. Lo anterior, forma parte de los preparativos regionales en el contexto del plan de resguardo institucional que ha preparado la Defensoría Penal Pública a lo largo del país.
De esta manera, durante los meses de agosto y principios de septiembre se visitaron las dependencias de las Defensorías Locales de Talca, Constitución, Linares, San Javier, Cauquenes y Curicó, en las cuales se instalaron separadores acrílicos en los mesones de atención de público, junto con dotar de elementos de seguridad individual y de uso común, como alcohol gel, mascarillas, guantes y pediluvios en los accesos a los inmuebles.
El defensor regional, José Luis Craig, se mostró satisfecho por los avances en la implementación del plan regional, destacando que las oficinas del Maule se están preparando para el regreso de manera segura, trabajando desde el día uno en diversas comisiones que han tenido la misión de recoger las inquietudes y necesidades de los funcionarios y colaboradores, así como revisar los requerimientos en equipamiento desde el punto de vista de la emergencia sanitaria por Covid-19.
“Las visitas que hemos realizado han sido fundamentales para visualizar el entorno e implementar medidas que sigan los protocolos establecidos por el gobierno y la institución, además de ver en terreno cómo funcionará la futura atención de público y el trabajo en oficina. Siempre hemos tenido presente el resguardo de la salud de las personas y por ello, desde el día 1 en que se declaró la emergencia, se ha prestado el servicio de defensa bajo la modalidad de trabajo a distancia”, señaló el defensor regional.
PILARES DEL PLAN
A nivel institucional, la Defensoría Penal Pública ha trabajado en promover un retorno pausado y seguro al trabajo presencial, que se ha enfocado en siete pilares fundamentales, como lo son el resguardo de la salud y bienestar de los funcionarios, la responsabilidad individual e institucional, la cautela de los derechos humanos, la flexibilidad, la gradualidad, la buena fe y la solidaridad.
A su vez, el plan contiene tres etapas: la emergencia sanitaria, la reincorporación gradual, una vez finalizado el estado de excepción constitucional, y la reapertura. Bajo ese contexto, se considera que tanto la Defensoría Nacional como las Defensorías Regionales se reincorporarán de manera paulatina y segura al trabajo presencial, considerando las diversas realidades locales y sanitarias, siendo prioritarias la protección de las personas y el cumplimiento de la misión institucional.
