Aunque aún estamos lejos del invierno, el riesgo de contagiarse de influenza este año se adelantó, es por esto, que el Ministerio de Salud inició la campaña de vacunación. Y es que para esta temporada se enfrenta un virus mucho más agresivo, se trata de la cepa AH3H2 que aumentó el número de fallecidos en el hemisferio norte.
Pero más allá de las alarmas, la clave de una buena prevención es la vacunación, en especial en los grupos de riesgo. Así lo mencionó Yanni González, académica de la Escuela de Enfermería de la Universidad Católica del Maule (UCM), sede Curicó.
“La vacunación es la principal medida para prevenir la enfermedad respiratoria producida por el virus de la influenza, el cual puede conducir a infecciones respiratorias severas, con complicaciones de gravedad, hospitalización e incluso la muerte, sobre todo en las edades extremas”, explicó.
Según estadísticas del Ministerio de Salud, agregó, ocurren entre 400 y 500 muertes anualmente producto de la enfermedad producida por este virus, por lo que se debe estar preparados para enfrentarnos a la exposición a este agente.
Si bien se prioriza a los grupos de riesgo, la docente recomienda que también la población en general se vacune “ya que, si llegaran a verse expuestos al virus, tendrán una respuesta inmune más efectiva que si no estuvieran inmunizados”.
Asimismo, la enfermera del Departamento de la Salud de la UCM en Curicó, Marcela López agregó que “la recomendación de la Organización Mundial de la Salud es que la vacuna disminuye en alrededor del 50% la probabilidad de contraer influenza y reduce la severidad de la enfermedad en aquellos que se contagian a pesar de haberse vacunado”, indicó.
PRECAUCIONES
Aún con la vacuna, hay otra serie de medidas que las personas puedan tomar para evitar el contagio de esta enfermedad.
La docente González explicó que “la influenza se propaga fácilmente a través de las gotitas de saliva infectadas que expulsa la persona al toser o estornudar y que entran en contacto con otras personas que quedan así expuestas al virus. El virus puede también propagarse a través de las manos infectadas y por contacto con las superficies contaminadas con secreciones. Recordar que el período de transmisibilidad se extiende desde un día previo al inicio de síntomas y hasta siete días después de iniciados éstos”.
Es por esto que recomienda “evitar contacto con personas con infecciones respiratorias, no acudir a lugares cerrados con grandes aglomeraciones de personas, lavado frecuente de manos, uso de pañuelos desechables, eliminarlos inmediatamente y lavado de manos posterior, cubrirse boca y nariz al toser o estornudar con antebrazo o pañuelo (eliminar y lavado de manos)”.
Finalmente, la enfermera Marcela López recordó que también las personas que se vacunan deben tomar ciertas precauciones: “Se aconseja tomar abundante líquido; aplicar compresas frías en la zona donde se aplicó la vacuna si presenta dolor, inflamación y enrojecimiento; controlar temperatura en caso necesario y usar medicamentos para dolor y/o fiebre indicados por personal de salud.
