Después de variadas recomendaciones de la Junta de Vigilancia del Río Longaví y sus Afluentes (JVRL), en bajar la cantidad de cultivos en la zona, por el gran déficit de agua que se estimaba para los regantes de Longaví, Retiro y Parral durante la temporada recién pasada, se realizó un análisis positivo a pesar de la disminución del recurso.
La limpieza de canales, mejoramiento de obras de infraestructura, entre otras medidas, lograron que los agricultores pudieran conllevar uno de los años más secos de la historia, sólo comparado con 1996 o 1968.
Entre las cifras de esta temporada, se establece que el Embalse Bullileo sólo alcanzó un 65% de su capacidad máxima durante agosto del año pasado, equivalente a 38 millones de metros cúbicos.
El vicepresidente del directorio de la JVRL, Mauricio Acevedo, indicó que “para los que nos organizamos antes e hicimos caso a las recomendaciones que hizo la Junta de Vigilancia, tuvimos un año apretado, pero salimos a flote, porque se dejó de sembrar otros cultivos. Muchos resguardaron, sabían que el año sería complicado, logrando hacer sus cultivos, pero con menos cantidades de producción”, enfatizó.
El dirigente agregó que ante la incertidumbre de las próximas temporadas de riego, se hace más necesario tener obras de acumulación del río Longaví, es por ello la necesidad de un nuevo embalse para la zona, cuyo estudio se encuentra en etapa de factibilidad y el Directorio de la organización entregó carpetas con documentación para seguir con el proceso al propio Ministro de Agricultura, Carlos Furche, y a la Secretaria ejecutiva de la Comisión Nacional de Riego (CNR), María Loreto Mery, quienes se comprometieron a discutirlo técnicamente en consejo de ministros.