Un conjunto de organizaciones sociales de Talca comprometieron sus esfuerzos para ir en apoyo de los sectores y personas en mayor riesgo social de la comuna, mediante la entrega de abrigo y comida caliente a cerca de 30 personas en situación de calle además se instalará un comedor solidario, operativos en terreno y entrega de canastas de alimentos no perecibles.
La resignación a la muerte y el desconocimiento del peligro que representa la Covid-19 son la situación actual por la que atraviesan estas personas que viven en las inmediaciones del Terminal de Buses de Talca o en la Estación de Trenes, improvisados en grupos de diez personas de diferentes edades, entre ellos niños, mujeres y adultos mayores.
El programa encabezado por la Fundación Sida Maule, cuenta con el apoyo de las organizaciones Transgeneras por el Cambio, Centro de Mujeres Quidell y la Junta de Vecinos Carlos Condell, entre otras, entidades que se encuentran abocadas a dar una solución a la difícil situación de un importante grupo de personas que se agrupan en la plaza Arturo Prat, Terminal de Buses y otros sectores de amplia presencia de personas en situación de calle en la capital regional.
“Hemos entendido que la primera forma de ayudar es entregar dignidad a las personas en situación de calle, ayudarlos a encontrar un lugar donde vivir y salir de su condición de pobreza y vulnerabilidad. No sirve de nada brindarles alguna ayuda ambulatoria, si después se van a dormir a la plaza o frente al terminal”, señalaron las entidades en un comunicado conjunto.
Desde Fundación Sida Maule añadieron que “estas son acciones concretas que se extenderán durante los meses de frío, para brindarles la atención necesaria y así cuidar a estas personas que más nos necesitan durante la pandemia”, enfatizó Michael Díaz, director Ejecutivo de la entidad.
“Muchas de estas personas que viven en condición de calle, son parte de los grupos de riesgo ante el Covid-19, por lo mismo, esperamos seguir colaborando con las autoridades, a través de este programa para poder ayudar a toda esta gente y por supuesto, contribuir a evitar que en algún momento puedan contagiarse”, señaló Benedicta Aravena, presidente del Centro Social Quidell.
Por último Michael Díaz, reveló que “conversando con estas personas, evidenciamos que ninguna tiene conocimiento pleno de los síntomas y el peligro que representa el Coronavirus, por lo que tampoco cuentan con ninguna medida de bioseguridad. De toda la gente con la que hablamos, sólo una portaba mascarilla”, puntualizó.