La amenaza de los incendios forestales y la deforestación del bosque nativo de la Región del Maule y del país han causado daños irreparables sobre nuestros ecosistemas. Pero eso no es todo, ya que la biodiversidad que ronda este bosque se ha visto seriamente afectada y con la posibilidad de extinguir parte de su fauna única en el mundo. Se trata del pulgón del ruil.
Un estudio realizado hace algunos años en la Cordillera de la Costa del Maule determinó cómo se distribuye la diversidad del insecto herbívoro Neuquenaphis staryi o pulgón del ruil, especie que pertenece a un género endémico de Chile y Sur de Argentina. Este grupo de insectos es muy primitivo y habría evolucionado a la par con los Nothofagus alessandrii o ruiles, sobre los cuales se alimentan y reproducen.
El investigador del Centro de Ecología Molecular y Funcional (Cemf) del Instituto de Ciencias Biológicas perteneciente a la Universidad de Talca (Utalca), Christian Figueroa, explicó que para conocer la situación de esta biodiversidad se diseñó un muestreo que incluyó una zona protegida del bosque maulino correspondiente a la Reserva Nacional Los Ruiles.
“Determinamos la diversidad genética de este pulgón en una zona no intervenida y la comparamos con la de varios fragmentos de bosques de ruil ubicados en zonas forestales de la Cordillera de la Costa del Maule. Por ejemplo, el pino posee tasas de crecimiento mucho más altas que las especies de árboles nativos, alcanzando una edad productiva entre los 12 a 15 años, mientras que el ruil demora mucho años más en alcanzar una altura equivalente. Esto afecta negativamente el crecimiento de las especies nativas”, señaló.
RESULTADO
Tras el estudio, se concluyó que la falta de un manejo adecuado está causando una pérdida de biodiversidad en los bosques nativos.
“Aunque muchas especies de pulgones constituyen plagas agrícolas y forestales, este no es el caso del pulgón del ruil; los áfidos del género Neuquenaphis tienen una estrecha y muy primitiva relación entre sí que se mantiene y autorregula gracias a la acción de otros miembros del ecosistema boscoso. Sin embargo, cada vez los tamaños poblacionales de ruiles se hacen más pequeños, por lo que si se extingue igualmente se perderá esta especie de este insecto a consecuencia de la intervención humana”, determinó el investigador.
Por otra parte, Figueroa advirtió que no solamente se podría extinguir este árbol y el pulgón, ambas especies clasificadas como en riesgo de extinción, sino que también se podrían perder otras especies que dependen directa o indirectamente de esta interacción planta-insecto, misma que provee de nutrientes y de hospederos para otras especies del bosque que la usan como sustrato para vivir, reproducirse, refugio y postura de huevos.
“Muchos de nuestros puntos de muestreo que estudiamos hace diez años hoy ya no existen a causa de los incendios, por lo que actualmente esta interacción ecológica la podemos encontrar casi exclusivamente en la Reserva Los Ruiles, aunque esta también se vio afectada por la catástrofe. Si llegase a perderse esta reserva, sería el fin no solo de una especie, sino que de todo un ecosistema boscoso y, en particular se extinguiría este pulgón nativo que solo habita en el ruil”, puntualizó.