El Programa de Español para Migrantes busca entregar herramientas a los extranjeros que llegan a nuestro país y que tienen poco (o nulo) dominio del español, a través de clases que se basan en planificaciones didácticas con un enfoque funcional, es decir, las actividades y el contenido que se revisa en las sesiones trata de ser útil, para que ellos puedan utilizarlo en su vida cotidiana, al firmar un contrato de trabajo, ir al hospital, hacer comprar, e incluso en sus estudios.
Este 5 de diciembre se llevó a cabo la Ceremonia de Certificación de Español para Migrantes, en su IV versión, en la Universidad Católica del Maule (UCM), donde quince migrantes, provenientes de Haití y Brasil recibieron su certificado en Español Básico (A1) y Avanzado (B1).
“El Programa de Español para Migrantes nació en el año 2016 y ha sido coordinado y ejecutado por estudiantes de cursos superiores de la carrera, con formación didáctica y lingüística avanzada, para dar respuesta a una de las necesidades socioculturales más trascendentes de los últimos años en Chile como lo es la migración”, explicó la Dra. Giselle Bahamondes, quien coordina académicamente el mencionado programa.
Bahamondes agregó que “El voluntariado de español para migrantes, caracterizado por la labor que los jóvenes ofrecen, se manifiesta como uno de los sellos de nuestra Universidad en la medida que, de manera desinteresada y sistemática, contribuye con el desarrollo de las personas, con una sociedad más justa, otorgando posibilidades de aprendizaje a quienes lo necesitan y que atraviesan por contextos adversos. Todo lo anterior concordante con el ideario formativo institucional”, sostuvo.
“Este año –continuó la académica-, hemos pretendido fortalecer el crecimiento y estabilidad de un programa integral orientado en la enseñanza de la lengua castellana a través de dos actividades formativas centradas en la comprensión y expresión oral, la lectura y la escritura de textos cotidianos y funcionales que permitan mejorar las posibilidades de desarrollo e inserción de las comunidades migrantes en contexto, y a partir de la misma experiencia, hemos podido establecer nuevos espacios de prácticas no convencionales que potencian la formación inicial de profesores”.
LENGUA COMO VEHÍCULO
Verónica Ponce estudiantes de Pedagogía en Lengua Castellana y Comunicación sostuvo que “Debemos reconocer el privilegio que tenemos al contar con un conocimiento profundo de la lengua española y de los factores que entran en juego en el intercambio comunicativo, y, como profesores, compartir ese conocimiento con quienes lo necesiten, concibiendo la lengua como vehículo de posibilidades para todo aquel que llega a nuestro país, y entendiendo que el primer paso en la educación es construir un espacio en que nuestros estudiantes puedan acceder al conocimiento”, indicó.
Por su parte, Aline Gomes, migrante brasileña, agradeció -en nombre de sus compañeros- la oportunidad y apoyo brindado por el voluntariado. “Agradecemos a la Coordinadora Académica de este lindo proyecto, la profesora Dra. Giselle Bahamondes, que nos ha entregado la oportunidad de saltar el obstáculo de hablar español, y creer que podemos ser mejores personas a través de la educación. También nuestra gratitud a las profesoras y profesores del voluntariado: Verónica Ponce Dachelet, Anahy Jara Maturana, Kimberlin Cabrera Zapata, Maureen Donoso Cruz, Valentina González Arriagada, Valentina Melys Valderrama, Natalia Nahuelmán Esparza, Camila Torres Galaz, Álvaro Farías Fuenzalida y Jorge Maureira Vásquez”, recalcó.
El evento contó con la presencia de Monseñor Galo Fernández, administrador apostólico de la Diócesis de Talca; el Dr. Diego Durán, rector de la UCM; la Dra. María Teresa Muñoz, vicerrectora de Investigación y Postgrado; el Dr. Rodrigo Vargas, decano de la Facultad de Ciencias de la Educación de la UCM; Jorge Burgos, director de Vinculación UCM; la Dra. Myriam, directora del Departamento de Lengua Castellana y Literatura y la Dra. Lorena López, directora de la Escuela de Lengua Castellana y Comunicación.