Esto fue determinado por el quinto estudio del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), el cual se centró en las condiciones de los recintos penitenciarios en el país. En este se especifica que en algunos de ellos los reos pasan hasta 20 horas sin comer, en otros se detectaron falta de camas, mal funcionamiento de baños y presencia de plagas.
El periodo comprendido para el estudio, que cuenta con más de 300 páginas, es el 2019 y en él se detalló lo acontecido en 44 de los 83 centros de detención chilenos, abarcando las regiones de Valparaíso, Metropolitana, O’Higgins, Ñuble, Biobío y La Araucanía.
Otro tema acusado por los reos es la calidad de los alimentos y cubiertos que deben utilizar, señalando que no son los óptimos, además el informe del INDH reveló que en al menos 11 de los establecimientos penales revisados no hay una cama para todos los privados de libertad, por lo que hay situaciones en la que duermen en los baños, pasillos o en el suelo.
Se afirmó en este estudio que los niveles de ocupación en las cárceles aumentaron entre el 2018 y el 2019, pasando de un 101,5% a un 106,4%, a la vez se reveló que 11 de los penales estudiados hay un problema con diversas plagas, entre ellas ratones, pulgas, chinches y palomas.