En serios incidentes terminó una marcha por cambios sociales, cuando un grupo de personas se enfrentó a la policía y luego cometió una serie de desmanes.
Desde temprano, miles de talquinos se congregaron en la plaza de la Victoria -conocida también como El Pentágono- y desde allí marcharon hacia la Plaza de Armas de manera pacífica.
El panorama cambió cuando algunos encapuchados comenzaron a lanzar piedras hacia carabineros. Tras las advertencias de protocolo, la fuerza pública empleó un carro lanza aguas para dispersar a la gente.
No obstante, hubo grupos de manifestantes que permanecieron en los alrededores y levantaron barricadas. Así fue en el caso de calle 1 Oriente con 2 Sur y en esta última avenida en a lo menos cuatro esquinas céntricas. Las escaramuzas fueron permanentes, con gases lacrimógenos de por medio.
Mientras los enfrentamientos entre Carabineros y encapuchados estaban en la zona central de Talca, un incendio consumió por completo la sede parlamentaria del senador Juan Antonio Coloma, en calle 1 Oriente entre 4 y 5 Sur.
Según el presidente comunal de la UDI, Patricio Valenzuela, el siniestro fue intencional. “Hubo un grupo de seis personas que ingresó a las oficinas y sustrajeron mobiliario que luego usaron como barricadas; después, prendieron fuego a la casa”.
El siniestro fue combatido por seis compañías de Bomberos. Un voluntario resultó lesionado, con un corte.
IGLESIA
Los disturbios terminaron horas más tarde, con la profanación de la iglesia María Auxiliadora o conocida también como de Salesianos (2 Sur con 5 Oriente).
Una turba ingresó al templo por una puerta lateral y destruyó imágenes religiosas, confesionarios, el altar mayor, la sacristía. Sacaron a la calle casi todas las bancas y las quemaron. Incluso hasta un órgano, aunque pudo ser rescatado, con severos daños.
Fieles, alumnos y apoderados del colegio de la congregación llegaron al lugar para hacer limpieza. El padre Pedro Pablo Cuéllar lamentó el hecho. “Chile necesita paz”, afirmó.