La Comisión de Derecho y Protección del Consumidor del Bundestag alemán visitó hoy una de las siete fosas de la ex Colonia Dignidad donde fueron enterrados y hechos desaparecer un centenar de opositores de la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990).
Encabezados por la presidenta de la instancia, Renate Künast, la delegación de ocho diputados conoció el predio donde se instaló en 1960 la secta del ex cabo nazi, Paul Schaefer.
Se calcula que en los primeros meses del régimen militar un centenar de personas detenidas por los organismos represivos fue llevada hasta Colonia Dignidad -340 kilómetros al sur de Santiago- para hacerlas desaparecer.
Erwin Fege, conductor de una retroexcavadora, confesó a la justicia haber excavado un total de siete fosas, de cuatro metros de profundidad, por orden de Gerd Mucke, otrora miembro del poderoso enclave alemán.
Myrna Troncoso, coordinadora de los familiares, contó que hoy «se vivió un momento de mucha emoción» y que los diputados estaban muy conmovidos.
La diputada Renate Künast se comprometió a apoyar cualquier medida que facilite la acción de la justicia y permita aportar a la memoria.
Las autoridades germanas depositaron flores en el borde del forado, que permanece abierto desde 2005, cuando ex colonos permitieron con su testimonio el hallazgo del lugar.
Los parlamentarios habían solicitado expresamente a la embajada de Alemania en Chile poder conocer este lugar tras el revuelo provocado por la película «Colonia Dignidad», del director Florian Gallemberger.
La cinta dejó al descubierto la complicidad de los diplomáticos de ese país en los crímenes cometidos por Schaefer. En abril pasado, el ministro federal de Asuntos Exteriores reconoció públicamente el actuar negligente de la diplomacia alemana, que permitió además mantener en condiciones de esclavitud a más de 300 colonos de ese país.
Troncoso pidió especialmente a los legisladores apoyen el fin del «turismo del terror» de los actuales jerarcas, que realizan fiestas gastronómicas, eventos y actividades de entretenimiento.
«No entendemos cómo los gobiernos de Chile y Alemania contribuyen con fondos, apoyo técnico y asesoría para que un centro de detención, tortura y exterminio sea un lugar de actividades que resultan un insulto a la memoria de nuestros amados familiares y de toda la humanidad que sanciona estos crímenes», sentenció la vocera. Tras conocer la fosa, la comitiva recorrió los lugares utilizados para encarcelar y torturar a prisioneros políticos y donde se castigaba a los colonos alemanes.
Posteriormente, los familiares de las víctimas les entregaron un documento con un diagnóstico de la situación en la ex colonia y los procesos que se llevan en el ámbito judicial, junto a medidas concretas que están solicitando a Alemania.
