Este miércoles el Congreso despachó a ley la reforma que habilita el segundo proceso constituyente y aunque se superó por amplia mayoría el quórum requerido, no todos estaban contentos.
Uno de ellos fue el diputado Gaspar Rivas (PDG), que en Sala despedazó la idea y adelantó que rechazará el texto que emane del consejo y la comisión de expertos.
En su intervención catalogó al acuerdo de tongo, remarcó en la falta de un plebiscito de entrada y criticó el rechazo de las indicaciones, algo que apuró la tramitación legislativa, que no alcanzó a durar tres semanas.
“Como está, diputados, senadores, concejales, ministros van a poder ser consejeros y los expertos van a volver a poder ser marxistas, neoliberales y vamos a seguir con lo mismo de siempre: Allende, Pinochet, marxismo, neoliberalismo”, aseguró.
“Los militantes del PDG quieren una nueva Constitución, pero una que no sea el mamarracho neo marxista que se rechazó, sino que además una que sea hecha para ellos (la gente), no para partidos ni ideologías”, agregó.
“Eso es este acuerdo, un traje a la medida para las ideologías y los partidos”, comentó, sacando una güincha y abriéndola frente a los legisladores que lo escuchaban.
“Le quiero decir a esos políticos de uno u otro lado que creen que la están haciendo de oro con este acuerdo, escuchen mis palabras, por que la historia es rica en ejemplos: si los políticos que hicieron la nueva cocina no marchan a la cabeza de su pueblo será entonces el pueblo que, harto, termine manchando con la cabeza de sus políticos”, advirtió.
Fuera de la Sala y frente a la prensa, Gaspar Rivas afirmó que aprobó de entrada y que rechazó de salida y que como tienda siguen queriendo una nueva y buena Constitución, pero no una que sea el resultado – por ejemplo – del aprobado Acuerdo por Chile.
