Tras el impactante relato de Mauricio, ingeniero que descubrió que no era padre biólogico de sus dos hijos cuando se separó en Talca, abogados locales debatieron en torno al supuesto vació legal que acusa la víctima que busca la tutela de sus hijos reconocidos.
Situación que se pone en la mira jurídica en torno a una realidad que pareciera ser desconocida tanto para la judicatura, como para el común denominador de las personas que de pronto ven en esta historia, algo muy lejano pero que pretende ser normalizado.
En el caso, la abogada Grace Salazar, detalló que la prioridad es el bienestar de los menores. «Ya no existe la tuición o la custodia sino el cuidado personal y al contacto continuo habitual y regular con los menores. El interés superior de los niños está por encima de cualquier cosa», detalló.
Explicó que existen dos derechos que están contrapuestos, uno el derecho a saber tu origen que está establecido en la ley y en los tratados y el otro, es la posesión notoria del estado civil y el bienestar superior del niño. «El derecho a su familia, no es que porque parezca un donante de esperma, que no se hizo cargo nunca, venga hoy día exigir la paternidad solo por tener un vínculo sanguíneo y establezca una suerte de exilio con el padre que los ha criado durante 11 años, eso en Chile no está permitido y los tratados internacionales tampoco», enfatizó.
Para el abogado Hugo Veloso el padre seguirá siendo quien los vio crecer. «Padre va a seguir siendo porque el amor se construye no viene en los genes, el padre el el que cría y es lo correcto. Ahora desde el punto de vista legal el padre verdadero o el que supuestamente padre va a impugnar esa paternidad si quiere hacerse cargo de Los menores y lo va a impugnar en un juicio de filiación de impugnación», detalló.
Apuntando la supremacía de los derechos de los niños, apuntó la abogada feminista Natalia González. «El principio del interés superior del niño que está contemplado en la convención de derechos del niño, establece que los jueces deben fallar siempre teniendo a la vista que su sentencia sea lo mejor para los menores involucrados y aquí, claramente hay una situación en la cual hay dos menores que toda su vida han vivido con una figura paterna y que a estas alturas de la vida, implantar una segunda figura paterna puede ser perjudicial, así que el caso tiene varias aristas que hay que analizar», reveló.
El caso expone una realidad hasta ahora desconocida que deja un flanco abierto violentamente a los menores, que sin duda se ven afectados a un hecho que ha simple vista no tiene consideración alguna con el arrebato de los sentimientos primarios del afecto.