«Esta será su nueva casa, donde vivirán por décadas». Estas fueron las palabras del Presidente de El Salvador, Nayib Bukele, quien informó en Twitter de un importante operativo en la llamada «Guerra contra las Pandillas».
En esta oportunidad, el Mandatario, que ha dado de qué hablar en el último tiempo por su particular gestión contra la delincuencia y el crimen organizado, reveló el traslado de 2 mil pandilleros (maras) hacia el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT).
Esta es considerada la cárcel más grande de América y uno de los mayores logros de Bukele, el que hace poco celebró 300 días sin homicidios en el país, según cifras de su administración presidencial.
Esta prisión construida en tan solo siete meses buscará albergar a 40 mil pandilleros. Por medio de un video publicado por el propio Bukele, se aprecia el gran tamaño de las instalaciones y el amplio contingente policial.
Cabe mencionar que este centro está construido en un espacio totalmente aislado del sector urbano. Para esto, se adquirieron 165 hectáreas, de las cuales 23 están en el área de construcción.
Según explica un funcionario en el registro, lo primero a tener en cuenta es que, como para cualquier recinto de personas privadas de libertad, está prohibido el ingreso de objetos ilícitos, por lo cual existen escáneres de rayos X, por ejemplo.
El recinto cuenta con una vigilancia de 24 horas, por medio de cámaras de seguridad, y los guardias poseen indumentaria especial para su protección.
Cada una de las áreas y módulos están integrados y conectados en el centro de confinamiento, con el objetivo de facilitar la acción por parte de personal de seguridad.
¿Áreas de recreación?
Los agentes policiales y de seguridad también tienen acceso a áreas recreativas y zonas de descanso. En las imágenes proporcionadas por Bukele, se aprecian mesas de ping-pong e incluso un gimnasio para ellos.
A su vez, los uniformados contarán con diversas duchas y podrán dormir en camarotes, los cuales están dispuestos al interior de uno de los sectores del recinto, con el fin de garantizar su descanso.
En el registro, se puede ver que cada pandillero estará recluido en una celda de máxima seguridad y que contará con la vigilancia activa de personal policial.
Además, los grifos de cada lavamanos o baños en sí serán controlados desde afuera por los custodios, lo que busca imposibilitar el manejo por parte de los reclusos.
Una de las áreas más relevantes de este recinto es el área de castigo, cuyas celdas están totalmente cerradas y sin luz eléctrica. Estos espacios cuentan con una estructura de, al parecer, concreto, para recostarse, un lavamanos y un WC.
Al mismo tiempo, el CECOT, según la explicación de los propios funcionarios, contará con fábricas, en las cuales los pandilleros se verán obligados a trabajar.
«Estos tipos no han venido a descansar. Que no crean que van a estar en un hotel, señor Presidente. Que todo ese trabajo produzca algo para la sociedad y así resarcir un poco del año causado», agregó uno de los guías.
