- “A través del equipo se deben programar flujos y volúmenes de aire y oxígeno muy específicos para cada paciente. Hacerlo de forma inadecuada puede, incluso, provocar la muerte de la persona conectada”, indicó Soledad Gaete, directora de la Especialidad en Cuidados Críticos del Adulto de la Universidad Católica del Maule.
A principios de mes el subsecretario de Salud, Arturo Zúñiga, anunció que el país dispone de tres mil 300 ventiladores mecánicos para la emergencia sanitaria por Covid-19. Sin embargo, la capacitación para usar ese equipamiento surge como preocupación.
Cuando una persona no puede respirar por sus propios medios y se decide conectarla a un ventilador, explicó
Soledad Gaete, directora de la Especialidad en Cuidados Críticos del Adulto de la Universidad Católica del Maule (UCM), explicó que cuando una persona no puede respirar por sus propios medios y se decide conectarla a un ventilador se debe introducir un tubo por la boca o por la nariz que va hacia la tráquea para que pueda llegar oxígeno a los alveolos y a la sangre.
Otra opción para introducir el tubo es a través de una traqueotomía. El equipo está conectado a una red de aire y de oxígeno que realiza una mezcla de los gases para luego impulsarlas en las vías respiratorias.
Este proceso no es sencillo. “Para poder conectar a un paciente, se necesita que esté tranquilo. ¿Cómo lograrlo si está con alto requerimiento de oxígeno y cansado de respirar? Se seda un poco, en palabras simples, el paciente pierde un poco la conciencia. En ese momento el médico introduce un tubo por la nariz o por la boca” y añadió que “en su etapa más aguda está sedado, pero cuando uno quiere sacar al paciente de la ventilación, tiene que despertarlo y eso implica que va a estar despierto con un tubo en la boca, por lo tanto, es un proceso bastante complejo”, indicó Gaete.
“Nosotros respiramos, en general, al 21 por ciento de oxígeno que es lo que uno toma del medio ambiente. El ventilador, nos puede dar del 21 hasta el 100 por ciento. Si bien se ve caso a caso, un paciente se conecta siempre al 100 por ciento y ahí se va bajando hasta los requerimientos de salutación de oxígeno en la sangre entre 92 y 93 por ciento aproximadamente”, enfatizó la académica.
En el caso de pacientes con Covid-19, se requiere respiración asistida debido a la inflamación que genera en las vías respiratorias. “Lo que se conoce es que cuando el virus llega a los pulmones estos se inflaman, se inflama la mucosa del pulmón y, además, dentro de los alveolos esto genera pus y células muertas, por lo tanto, el tránsito de oxígeno no se realiza y esto va a generar una neumonía que, además, puede producir lo que nosotros conocemos como dificultad respiratoria aguda que es el cuadro clínico que produce el coronavirus”, aseveró Gaete.
FALTA DE PROFESIONALES
Otro aspecto comentado por la profesional es la creciente necesidad de profesionales a lo largo de Chile con adiestramiento formal en el ámbito.
“Se tiende a empezar a manejar los ventiladores mecánicos porque el compañero enfermero capacitó a los otros o porque llevan años trabajando con el equipo; pero el soporte técnico del manejo del ventilador lo da una especialización”, argumentó.
Gaete hizo hincapié en que “son horas destinadas para que un profesional enseñe la fisiología, la anatomía y las patologías del aparato respiratorio para poder entender la mecánica del ventilador”. De hecho, la especialidad que dirige y que prepara enfermeros para trabajar en unidades críticas como urgencias, UTI y UCI, tiene contempladas mil 200 horas de capacitación.
Lo que preocupa es que, sin sólidos conocimientos, se puede poner en riesgo la vida de las personas. “Se programan flujos, volúmenes con frecuencias específicas que dependen de la contextura del paciente y si se programa mal un ventilador, se puede provocar la muerte de un paciente”, afirmó Gaete
Según el reporte nacional del Ministerio de Salud, al 15 de abril hay 315 personas conectadas a un respirador mecánico, una terapia que, de acuerdo a la experta, es la última opción.
“Es un proceso absolutamente invasivo, es lo que uno no quiere llegar a utilizar en un cuadro agudo porque no es que se conecte al paciente y en dos o tres días él va a salir súper bien. La terapia de ventilación mecánica también produce efectos negativos, por eso es lo último que uno le ofrece al paciente para salvarle la vida”, concluyó la profesional.