Vlado Mirosevic, presidente de la Cámara de Diputadas y Diputados, se refirió a las últimas conversaciones desarrolladas al interior del Parlamento con el objetivo de lograr un acuerdo para determinar el camino para el nuevo proceso constituyente.
Fue en declaraciones al programa “Tolerancia Cero” de CNN Chile, sostuvo que “yo creo que sería mucho más legítima una convención cien por ciento electa” y agregó que “yo apoyo la posición del Presidente de la República y de la alianza del gobierno, la posición oficial es que es una convención cien por ciento electa, con ayuda de los técnicos y expertos claves”.
El parlamentario del Partido Liberal (PL) afirmó que “esta segunda oportunidad es la última, no puede salir mal… las fuerzas políticas de derecha e izquierda entienden que el país necesita una nueva Constitución y que el país necesitaba estabilidad, porque de esto dependen las futuras generaciones, la estabilidad económica del país, de esto dependen muchas cosas”.
Afirmó que “la Constitución no va a ser para nadie un manifiesto político de su sector. La Constitución tiene que ser el mínimo común”.
Mirosevic también se refirió a la polémica que protagonizan varios diputados y senadores por el uso de la tarjeta de carga de combustible por parte de familiares de los legisladores y por el arrendamiento de las sedes de algunos parlamentarios.
Al respecto, dijo que “cuando yo veo algún comportamiento de algunos parlamentarios, realmente me pregunto por qué están haciendo eso, porque esto no es solamente una actitud personal. Cuando un parlamentario comete un error, y más que un error a veces, lo que hacen es perjudicar a toda la institución, a todo el Congreso, a toda la democracia chilena y eso a mí me preocupa”.
“Si nosotros no nos ponemos duros ahora, esto va a traer consecuencias terribles para Chile (…) Esto no partió hace tres semanas cuando llegué a la presidencia de la Cámara, esto viene de hace rato. Si es que no cuidamos las instituciones poniéndonos duros, y aunque sea difícil, porque claro que es difícil regular, interrumpir discursos, sancionar en la sala y llevar a la Comisión de Ética; efectivamente eso significa ganarse algunas enemistades o enemigos, pero de verdad yo creo que hay que hacerlo. Ojalá el presidente que venga haga lo mismo, hay que poner orden en el Congreso”, aseveró el parlamentario.
