Tras los polémicos dichos del ministro de la Segpres, Giorgio Jackson, por la «escala de valores» del Gobierno en comparación a administraciones anteriores. Continúan las reacciones por parte de diversas personalidades del mundo político, esta vez fue el diputado Eric Aedo (DC) quien cuestionó la continuidad en el cargo de la autoridad y lo comparó con Michael Jackson por a su criterio dar cada día «un paso atrás».
El jefe de bancada de la Democracia Cristiana, Eric Aedo, aseguró que el ministro de la Secretaría General de la Presidencia, Giorgio Jackson, quedó “sin margen de acción” tras sus polémicas declaraciones en una transmisión de Twitch, donde aseguró que “nuestra escala de valores y principios en torno a la política no solo dista del gobierno anterior, sino que creo que frente a una generación que nos antecedió”.
«El ministro Giorgio Jackson luego de las declaraciones que ha hecho ha quedado sin margen de acción, así lo ha planteado la propia presidente Nacional del Partido por la Democracia, quién dice que ya no es un actor válido para recibir propuestas o coordinar los cambios al texto constitucional, tan mal hecho por parte de los constituyentes», explicó.
Reveló que senadores del partido socialista han pedido su dimisión y por tanto es «muy difícil que pueda restablecer el diálogo político con el parlamento, lo que es parte esencial del ministro secretario general de la Presidencia. Lamentablemente Georgio Jackson cada vez parece más a Michael Jackson pues todos los días da un paso atrás», señaló el diputado.
Aedo añadió que la polémica en que se vio envuelto es el resultado de la “soberbia”, ya que “probablemente ha expresado lo que realmente piensa del mundo político, de lo que piensa de los chilenos. No creo que esté en condiciones de continuar con su tarea”, enfatizó.
Es preciso indicar que Aedo también ingresó un oficio en Contraloría para que investigue un presunto intervencionismo electoral de Giorgio Jackson tras sus dichos en la plataforma Twitch.
A su juicio, las declaraciones del ministro son el mayor signo de intervencionismo electoral que le ha tocado ver desde octubre del año 1988 en medio de la dictadura.
