Con arresto domiciliario total quedó el carabinero detenido por disparar a Francisco Martínez, el malabarista muerto en Panguipulli en medio de un control de identidad.
El sargento segundo de Carabineros, cuya identidad la Fiscalía solicitó que sea resguardada, fue formalizado por el delito de homicidio simple.
En una maratónica audiencia de formalización, el juez desestimó los argumentos querellantes y descartó dictar prisión preventiva, dando un plazo de cuatro meses para investigar el caso.
En respuesta, tanto el abogado querellante, como su par del INDH apelaron para solicitar revocar la medida y reemplazarla por prisión preventiva.
Según indicó el fiscal regional, Juan Agustín Meléndez, el funcionario realizó seis disparos, de los cuales el último fue “innecesario” y le causó la muerte al joven.
Los tres machetes utilizados por el malabarista en sus actos en la vía pública fueron claves para esclarecer las circunstancias en que ocurrieron los hechos.
Desde la Brigada de Homicidios de la PDI de Los Ríos los calificaron como objetos cortantes. En tanto, el juez a cargo determinó que los elementos, pese a ser adaptados y tener punta roma, “tienen carácter potencialmente letal: pueden causar lesiones de gravedad y potencialmente la muerte”.