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Gracias a las flores la productora maulina Maria Elena Poblete le dijo adiós a la depresión


Entre coronas del inca, siempre vivas, alegrías del hogar, petunias y buganvilias, Maria Elena Poblete, ha logrado, al igual que “La Jardinera” de Violeta Parra, superar una fuerte depresión que la aquejaba.

Hace solo un año y 4 meses esta agricultura de hortalizas, del sector de Callejones en la comuna de Maule, decidió dar un vuelco a su vida y dedicarse de lleno a la producción de plantas ornamentales, árboles frutales y flores de corte.

Con el apoyo de INDAP, a través del Programa PRODESAL, Maria Elena, transformó su huerta en el hermoso vivero “Los Nogales”, aprovechando al máximo cada espacio de su terreno, que no supera la media hectárea y que se ubica en el camino principal que conecta la carretera 5 Sur con la localidad de Duao.

“A mí me encanta este trabajo, llevó poco más de una año dedicada a las plantas y flores y esto significa todo para mí. Gracias a este trabajo salí de una depresión. Antes pasaba todo el día triste, ahora estoy feliz y alegre con mis plantas. En el invierno sobre todo me instaló con mis plantas y se me va volando la hora, a veces no hago ni almuerzo, solo preocupada de las plantas y feliz”, declara con entusiasmo esta usuaria de INDAP.

María Elena está dedicada cien por ciento a su negocio, explica que se levanta muy temprano y prácticamente trabaja de sol a sol, de domingo a domingo, pero que lo hace con gusto. Algunos días de la semana la apoya otra trabajadora y en algunas tareas puntuales su hijo y su marido.

Esta productora cuenta con un invernadero metálico, en el que en este minuto exhibe con mucho orgullo su producción de lisianthus morados, blancos, rosados y jaspeados.

“El trabajo con los lisianthus es muy complejo. En junio me llegaron los plantines y los cuidé todo el invierno contra las heladas, haciendo humo, poniéndoles calefacción, sacando el pastito. Además hay que ir controlando la humedad, porque mucha los enferma, hay que ir calculándola, hay que protegerlas. Es una de las plantas más delicadas, igual que la yerbera”, precisa.

La producción de flores de Maria Elena considera también yerberas, lilium y gladiolos, dependiendo la época del año, flores que comercializa a través de banqueros de la zona, en florerías y también en su propio vivero. También forma parte de una red de turismo rural que está potenciando el programa PRODESAL de Maule, que ofrece a grupos de productores campesinos y turistas en general la experiencia de conocer en terreno el trabajo de pequeños floricultores, hortaliceros y productores de vino y de paso vender sus productos.

Para esta pequeña productora sus plantas y flores le han entregado una nueva motivación de vida y cada día, explica, busca nuevas maneras de presentar sus productos, realizando especiales composiciones de plantas para espacios reducidos, jugando con los colores y las formas, buscando ideas y recibiendo sugerencias de su asesora técnica Isabel Ávila, quien dice es quien más la ha motivado en esta nueva etapa de producción.

“En este negocio no es un gran dineral el que se gana, pero se vende e igual se recibe un ingreso, porque hay gente que siempre busca plantas y flores y ya saben que estoy aquí, así que se vienen directo”, dice Maria Elena.

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