Parlamentarios del Frente Amplio están evaluando impulsar un proyecto que revoque la nacionalidad por gracia que el Congreso otorgó al arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati.
Para lograrlo deben derogar la ley 20.100 que otorgó la nacionalidad chilena al cura de origen italiano en 2006.
La propuesta es la culminación de una campaña en redes sociales que buscó recolectar firmas para impulsar el proyecto. Esto luego de conocerse la renuncia de todos los obispos chilenos por los casos de abusos sexuales y encubrimiento.
El diputado del Movimiento Autonomista, Gonzalo Winter, dijo que “esto lo había conversado con integrantes del Movimiento Autonomista, pero creo que se hace muy evidente que el señor Ezzati, por el cargo que ocupa, había sido depositario de la confianza de millones de chilenos y, lejos de comportarse como un pastor, el señor Ezzati se ha comportado permanentemente como una persona cruel”, y agregó que también son conflictivas “sus últimas declaraciones sobre la Ley de Identidad de Género (“No porque a un gato le pongo nombre de perro comienza a ser perro”, dijo el cardenal) y, además, en su rol de dirigente, con una excesiva tolerancia con actitudes delincuenciales”.
SAFFIRIO FUNA A OBISPO
Durante la jornada el diputado independiente René Saffirio denunció presiones por parte del obispo de Temuco, Héctor Vargas, quien lo habría llamado por teléfono para increparlo por el proyecto impulsado para modificar el Código de Procedimiento Civil, con el fin de eliminar los privilegios a autoridades eclesiásticas en procesos judiciales.
Según el parlamentario “el viernes en la noche me llamó el obispo Vargas, visiblemente molesto, pidiendo explicaciones por este proyecto, a lo que le contesté, por supuesto, que el Estado y la Iglesia de Chile son dos órganos autónomos e independientes y que él no podía pretender, bajo su condición de obispo, buscar que no se hiciera lo que correspondía desde el punto de vista legislativo, que no iba a permitir intromisiones en mi labor legislativa”.
Y agregó que “Él estaba absoluta y completamente fuera de sí, indignado, muy grosero, jamás me imaginé que alguna vez iba a escuchar a un obispo hablar con el lenguaje que él utilizó”.
