La UDI defendió la continuidad de Omar Sabat como candidato al gobernador regional tras su formalización por conducción en estado de ebriedad, mientas que desde Renovación Nacional, su presidente en Los Ríos cuestionó que una persona sin una conducta intachable acceda a un cargo de elección popular.
Las reacciones políticas por la formalización de Sabat no se hicieron esperar.
Desde los comandos de sus competidores al Gobierno Regional de Los Ríos fueron más allá de la condición judicial del exalcalde de Valdivia y apuntaron al cuestionamiento ético respecto a su candidatura tras enfrentar a la justicia por conducir en estado de ebriedad, tal como lo señaló la candidata republicana Carolina Zúñiga y el portavoz del actual gobernador Luis Cuvertino, Matías Fernández.
También hablaron algunos de los presidentes regionales de partidos de Chile Vamos.
Desde la UDI, Pedro Lamas ratificó la candidatura de Omar Sabat tras su formalización, reconociendo que el partido siempre tuvo estos antecedentes a la vista cuando levantó su candidatura.
El presidente de Renovación Nacional en Los Ríos, Juan Pablo Alvarado, manifestó que el hecho de que exista una salida judicial alternativa, que implica la suspensión la licencia de conductor por dos años y el pago de una multa por 100 mil pesos en beneficio de Bomberos es un procedimiento habitual en estos casos, pero más allá de lo que resuelva la justicia, apuntó a la intachable conducta que debe poseer una autoridad pública.
Mientras que el presidente de Evópoli en la zona, Gerhard Brandt, le “prestó ropa” a Sabat, aludiendo al acuerdo entre los partidos de Chile Vamos a nivel nacional, para respaldar su candidatura al Gobierno Regional de Los Ríos.
Por su parte, Sabat intentó desligar su candidatura con el delito que cometió, declinando responder a los emplazamientos que han surgido para que dé un paso al costado en la carrera por el máximo cargo que ofrece la región.
Durante la formalización de cargos, la justicia decretó una salida alternativa, es decir, la suspensión condicional del procedimiento por dos años.
Si en ese plazo Sabat no comete nuevamente un delito, será sobreseído, quedando libre de culpa -al menos- ante la justicia.