En el hall de acceso del Campus Nuestra Señora del Carmen, Curicó, de la U. Católica del Maule (UCM), se llevó a cabo la actividad “Ponte en mi Lugar”, iniciativa que tuvo por objetivo crear conciencia en estudiantes, académicos y profesionales del plantel, sobre las limitaciones que viven las personas con algún tipo de discapacidad, debido a que el ambiente no reúne las condiciones de acceso necesarias.
Subir y bajar escaleras con los ojos vendados o recorrer el campus en silla de ruedas, fueron algunas de las actividades, organizadas por el Programa de Apoyos y Recursos para la Inclusión (PARI) y la coordinación en Curicó del Centro de Apoyo al Aprendizaje (CAP UCM).
La Dra. Sandra Castro, académica de la Escuela de Educación Parvularia UCM, realizó un recorrido en silla de ruedas. Para ella, las personas con discapacidad están dotadas de una enorme valentía al enfrentarse a un mundo que no está preparado para ellos. “Vemos el mundo para nosotros, preparamos todas las cosas para nosotros, las sillas a nuestra altura, los espejos de los baños, las puertas para que podamos cruzar, pero no nos preocupamos de cosas tan simples como lo es un desnivel de un centímetro en el suelo”. Agrega que eso genera inseguridad, ya que “uno piensa que se va a ir para atrás, además hay que tener fuerza en los brazos y mirar a cada rato dónde vas para no chocar. Para mí ha sido tremendamente valiosa esta experiencia”.
José Román, es estudiante de 4to año de Pedagogía en Educación General Básica con Mención en Ciencias Sociales. Hace un par de años comenzó a perder la visión producto de una diabetes. Hoy tiene un 100% de ceguera y para él “fue divertido hacer este circuito, para que mis compañeros pudieran comprender un poco más cómo es mi rutina en la universidad, es complicado subir escaleras, pero más complicado es bajarlas. Es bonito tener estas instancias para compartir con los demás y que se encuentren con una realidad totalmente distinta”, sostuvo.
Patricio Roco, es compañero de José e intentó ponerse en su lugar, con los ojos vendados recorrió las instalaciones del Campus Nuestra Señora del Carmen y relató que “es muy frustrante no saber dónde uno está, no dimensionar qué viene adelante. Me parece excelente esta iniciativa de mostrar parte de la realidad que viven las personas con discapacidad”.
Desde el programa PARI señalaron que la idea es repetir esta actividad durante el año, tanto en Talca como en Curicó, a fin de crear conciencia en la comunidad sobre la inclusión de personas con discapacidad.