El Departamento de Ciencias de la Actividad Física de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Católica del Maule, dirigido por el profesor Carlos Duarte, realizó curso de capacitación para el manejo del Ergoespirómetro, instrumento que permite conocer la relación entre el aparato cardiovascular, el respiratorio y el sanguíneo, y está especialmente indicado para evaluar el efecto que causa sobre el corazón el ejercicio físico que la persona en cuestión va a realizar.
La adquisición del moderno equipo se logró, gracias al aporte financiero del Plan de Desarrollo anual 2017 y de la Facultad de Ciencias de la Educación de la UCM, impulsado por el Departamento de Ciencias de la Actividad Física.
Al respecto, el actual vicerrector académico de la UCM, Dr. Marcelo Castillo, quien fue impulsor de esta iniciativa, expresó que “la adquisición de este moderno equipo es un anhelo que teníamos académicos y estudiantes desde hace mucho tiempo, cuando se diseñó el proyecto del Laboratorio de la Actividad Física. En ese entonces, consideramos una serie de acciones que nos permitieran alcanzar mejor desempeño de alto estándar en términos de docencia de pre y post grado; pero, también que nos permitiera incrementar la productividad y calidad de la investigación, lo cual nos hace más competitivos en términos concretos”, explicó.
“Hoy -continuó el vicerrector académico-, es un día importante para la Escuela de Pedagogía en Educación Física y para la Universidad Católica del Maule, porque afortunadamente hemos podido concretar la adquisición de esta valiosa herramienta, que prestará un mejor servicio tanto dentro como fuera del claustro universitario”, dijo.
El Dr. Marcelo Castillo, aclaró que el ergoespirómetro además del manejo del oxígeno, evaluará los riesgos que existan en términos de salud para el deportista y permitirá monitorear el desempeño de los atletas.
Por su parte, el académico Jaime Vásquez Gómez, analista de Investigación y Postgrado explicó que el ergoespirómetro se utiliza cada vez más en el campo clínico para la evaluación de la intolerancia al ejercicio no diagnosticado y síntomas relacionados con el ejercicio. “La ventaja que brinda es que ahora podemos hacer validaciones de algunos test de gimnasio, de pista y de campo directamente y con mejor precisión, antes lo hacíamos utilizando fórmulas de manera indirecta para calcular el parámetro de interés que era el consumo máximo de oxígeno”, señaló.