Por Miguel Artime
Seguro que han visto la ilusión óptica que abre este post en innumerables ocasiones. Yo la descubrí en un libro escolar de filosofía, allá por los años 80, si bien la obra es muchísimo más antigua. Debo confesar que no recuerdo si la primera vez vi antes a la muchacha joven o a la anciana.
En cuanto a la ilustración, por lo que he podido leer, es obra del dibujante británico William Ely Hill, quien la publicó en 1915 en la revista de humor estadounidense “Puck”. Titulada “Mi esposa y mi suegra“, al pie de la viñeta y a modo de pista, el autor decía: “Las dos salen en el dibujo. Encuéntralas”. (En honor a la verdad, otras versiones de la paradójica obra circulaban ya, en tarjetas postales, a finales del siglo XIX por otros países europeos).
¿Por qué la conocemos todos? En 1930, el psicólogo estadounidense Edwin Boring la introdujo en los círculos académicos en un trabajo titulado “una nueva figura ambigua”, y desde entonces ha aparecido en múltiples libros de texto y estudios experimentales. Y de eso he venido a hablar, de un reciente trabajo sobre esta famosísima ilusión óptica que sostiene que, la primera mujer a la que veas (bien sea la mujer joven o la vieja) va a depender de la edad que tengas.
El trabajo, se lo debemos a tres profesores universitarios de psicología de Adelaida, Australia (Michael E. R. Nicholls, Owen Churches y Tobias Loetscher) y acaba de publicarse en Nature. Según este trío, si tienes entre 18 y 30 años, la tendencia más extendida será la de ver a la mujer joven primero, mientras que aquellos que superen los 30 años verán antes a la anciana.
¿La razón? Los autores concluyen que debe existir un sesgo relacionado con la propia edad del espectador, que podría estar afectando de forma subconsciente al modo en que este percibe los rostros.
La ilusión óptica se basa, en efecto, en la percepción facial. El espectador puede ver a una mujer joven volteando el rostro o bien a una mujer anciana de perfil, mirando solemnemente hacia el lado izquierdo. Sin embargo, solo puedes ver a una de las dos mujeres de cada vez, y no a ambas simultáneamente.
¿Por qué sucede esto? Según el estudio, la edad de quien observa la ilusión óptica juega un papel importante. El experimento en el que se basa el trabajo incluyó a 393 participantes (242 hombres y 141 mujeres) con edades comprendidas entre los 18 y los 68 años. Se les mostró la imagen durante medio segundo y se les preguntó el sexo y la edad de la persona que vieron.
Si bien la mayoría de los participantes vieron a la mujer joven primero, esto podría deberse a que muchos de los participantes pertenecían al sector más joven. Para salir de dudas los investigadores segregaron a dos grupos del total de los encuestados, uno formado por el 10% más viejo y otro por el 10% más joven. Al repetir la prueba descubrieron que el grupo más viejo veía primero a la mujer mayor y el más joven a la chica.
En fin, está claro que los ojos – y nuestro cerebro – nos engañan constantemente. No hace falta más que ver lo que nos sucede con dos piezas curvas de una vía de tren de juguete, exactamente iguales, cuando unimos el lado largo de una con el corto de la otra (ilusión de Jastrow).
Ah, y si eres viejo y has visto antes a la joven, ¡Felicitaciones!. Recuerda que uno tiene la edad que siente, y que esto podría indicar que tu cerebro está muy sano.
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