Una preocupante tendencia delictiva está siendo observada por autoridades y expertos en seguridad: el uso de scooters como medio de escape en delitos violentos, incluidos asaltos y homicidios por encargo. El caso más reciente ocurrió este lunes en pleno centro de Santiago, cuando dos ciudadanos extranjeros fueron atacados con arma de fuego por un sujeto que se desplazaba en scooter. Según la fiscal de la Unidad ECOH, Paola Salcedo, el atacante efectuó cerca de 20 disparos en una zona de alta circulación peatonal, en la calle Bandera.
Este no ha sido un hecho aislado. En diciembre de 2024, un hombre fue asesinado en la intersección de Eyzaguirre y Nueva de Valdés, cerca del Parque Almagro, por un atacante que también se movilizaba en scooter. En julio del mismo año, un joven venezolano fue baleado en la Vega Central de Recoleta en circunstancias similares.
Los expertos coinciden en que el uso de scooters responde a su eficiencia para moverse rápidamente por zonas concurridas y su dificultad para ser rastreados, ya que no poseen patente. Jorge Araya, académico de la Universidad de Santiago y exdirector de Seguridad Pública, advierte que podrían estar siendo utilizados por sicarios que operan con escasos recursos. «Les basta un scooter para cometer este tipo de asesinatos o intentos de asesinato», señaló.
Por su parte, el coronel (r) de Carabineros Pedro Valdivia indicó que estos vehículos permiten a los delincuentes integrarse al flujo urbano, dificultando la reacción policial. En tanto, Gloria Mancilla, académica de la Universidad de Talca, agregó que los scooters permiten una vía de escape rápida y aumentan la sensación de impunidad, especialmente en espacios con alta afluencia de público.
Entre las medidas propuestas están el fortalecimiento de controles a vehículos motorizados livianos, el uso de inteligencia criminal para detectar patrones delictivos y el empleo de tecnología para enfrentar esta modalidad de crimen emergente.