Durante la jornada de este domingo el Servicio Electoral comunicó la disolución de 12 partidos políticos existentes en el país. Entre ellos se encuentra la colectividad del exabanderado presidencial Marco Enríquez-Ominami, el Partido Progresista.
En un video subido a su cuenta en Twitter, el otrora presidenciable señaló: “Mi abrazo y gratitud a las y los miles de militantes que ganaron posiciones de poder para empujar los límites de lo posible. El partido dejo de existir, nuestras ideas siguen ahí. Está pendiente el gran desafío de reducir la desigualdad y derrotar la pobreza. Está también pendiente una nueva constitución justa y construir un nuevo Chile. En lo personal, no claudicaré y seguiré adelante”.
La decisión del Servel se debe al incumplimiento de los requisitos de la ley electoral, en consideración de a la elección de diputadas y diputados. De acuerdo a la ley 18.603, las conectividades que desaparecen son todas aquellas que no alcanzan el 5% de los sufragios válidamente emitidos en la elección de diputados en al menos ocho regiones del país, o en cada una de a lo menos tres regiones geográficamente contiguas. En caso contrario, debían resultar electos al menos cuatro parlamentarios en dos regiones distintas, sean diputados o senadores.
Por consecuencia, sin haber logrado ningún parlamentario suyo para el próximo periodo, el Partido Progresista se disolverá.
Entre las otras 11 colectividades que llegaron a su fin se encuentran el Partido Humanista, que logró tres escaños en el Congreso; el Partido Ecologista Verde, que obtuvo dos parlamentarios; y los partidos Conservador Cristiano, Regionalista Independiente, Ciudadanos y Centro Unido, cada uno con un puesto en la Cámara Baja.
