Presidente de la Red G9 y rector de la UCM, Dr. Diego Durán Jara, compartió la compleja situación que están enfrentando las instituciones de educación superior públicas no estatales, ante la incertidumbre presente, expresando la disposición por generar caminos de diálogo que permitan dar solución a los problemas sociales considerando la realidad de los planteles.
Como un elemento tremendamente nocivo y negativo, que se agrega a la ya compleja situación que viven las instituciones de educación superior públicas del G9, calificó el Presidente de la Red de Universidades Públicas no Estatales y rector de la Universidad Católica del Maule (UCM), Dr. Diego Durán Jara, la iniciativa parlamentaria que busca congelar el pago de aranceles con el objetivo de colaborar en disminuir el impacto producto de la pandemia por COVID19.
Y es que los planteles, explicó el presidente de la Red G9, vienen arrastrando mermas económicas que han comprometido su proyección y desarrollo en el tiempo, primero a consecuencia del artículo 108 del beneficio de gratuidad que quita la posibilidad a la institución de cobrar a los estudiantes que se atrasan en la duración nominal de sus carreras, debiendo asumir el otro 50% los planteles; a lo que se suman el complejo escenario para el cierre e inicio de procesos académicos producto del estallido social, el aumento de la morosidad, las renuncias y abandonos de estudiantes por la pandemia de COVID19, entre otras.
“Significa definitivamente que aquellos estudiantes que pagan aranceles dejarían de pagar, lo que dejaría a varias instituciones con una dificultad enorme (…) Sinceramente no quiero ser negativo, pero de aprobarse esta iniciativa sería poner una lápida a las instituciones de educación superior en el actual contexto, con una enorme incertidumbre, en donde ya hay un impacto económico por situaciones como el retiro de estudiantes”, expresó el Presidente de la Red G9 y rector UCM, Dr. Diego Durán Jara.
“Entiendo que a la base de esta preocupación existe una idea positiva, un interés por tratar de generar una alternativa a estudiantes que hoy están en situaciones difíciles, ese propósito final es que nadie por recursos se quede sin posibilidad de universidad, principio que por lo menos las instituciones del Consejo de Rectores y del G9, siempre han tenido. Por lo tanto, desde ese punto de vista, siempre se han generado alternativas que nos permitan de alguna manera poder enfrentar esa situación. Sin embargo, una medida así generaría en nuestras instituciones un impacto tremendamente negativo”, agregó el presidente de la Red G9.
En tanto, continuó la autoridad universitaria, los anuncios de disminución de recursos por parte del Estado generan mayor incertidumbre para el sector y complejiza aún más, la proyección de desarrollo que las universidades tenían contemplado. “Tenemos hasta agosto los recursos que ya fueron entregados, pero todavía los decretos que justifican el ingreso de los recursos de la última etapa del año no están firmados, entonces existe una gran incertidumbre sobre cuándo se firmarán y cuándo llegarán esos recursos para de alguna manera proyectar el trabajo en la organización”, sostuvo.
Finalmente, junto con agradecer la colaboración que han prestado durante la pandemia las diferentes comunidades universitarias, representadas por estudiantes, académicos y administrativos, el rector Dr. Diego Durán, indicó que desde la Red G9 se espera que puedan concretar nuevas alternativas de diálogo, que permitan construir caminos de acuerdo. “Las situaciones emergentes también requieren respuestas emergentes asociadas al contexto”, puntualizó.