El senador Javier Macaya optó por renunciar a la presidencia de la Unión Demócrata Independiente (UDI), presionado por la defensa que hizo a su padre Eduardo Macaya, condenado por abuso.
“Frente a la sentencia que afecta a un integrante de mi familia, reitero mi profundo respeto al Estado de Derecho, a las decisiones de la Justicia y manifiesto mi férreo compromiso con los derechos de las menores involucradas en dicha situación. El país enfrenta desafíos enormes; problemas muy severos están afectando a millones de chilenos, en un camino que urge rectificar. La UDI cumple un rol importante en la conducción de esos desafíos, a lo que debe abocarse plenamente. Por tanto y en aras de mi compromiso político, he tomado la decisión de renunciar a la presidencia de la Unión Demócrata Independiente. Jamás permitiría que una situación familiar, por dolorosa que sea, afectara aún más a las menores de edad involucradas y, asimismo, al desempeño de mi partido y la trascendencia de su responsabilidad frente a Chile”, expresó.
La presión al timonel gremialista para que diera un paso al costado había aumentado desde el oficialismo y Chile Vamos.
Temprano, este martes en el Congreso, el senador había hecho un mea culpa por la manera en que entregó públicamente el respaldo a su progenitor en una entrevista el domingo en el programa Mesa Central de Canal 13.
“Evidentemente, yo como hijo de, estoy del lado de mi padre”, señaló en esa entrevista.