Va en 12 el conteo de los exconvencionales que han reforzado las tareas de la administración del Presidente Boric. El 3 de agosto fue la Seremi de Culturas de Copiapó la entidad que contrató a Malucha Pinto.
“Otro exconvencional trabaja con el gobierno”. Desde que la Convención Constitucional terminó sus funciones el 4 de julio de 2022, esta frase se ha repetido en 12 ocasiones. El pasado 3 de agosto fue la última vez, cuando se concretó un contrato entre el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio y la actriz Malucha Pinto (PS).
En particular, fue la Secretaría Regional Ministerial de Copiapó de la cartera la que cerró el acuerdo, que, según Mercado Público, fue por $4.000.000 y por trato directo. Las funciones que se comprometió a ejercer son específicas: “Realización de talleres de memoria e identidad juvenil, y creación artística, en Teletón Copiapó y Cecrea Vallenar”.
“La labor que se pretende contratar reviste naturaleza especial, demanda experticia y conocimiento específico, además de una destacada trayectoria y habilidades técnicas específicas, todo lo cual carece de oferta estándar y reúne especialidades únicas en el mercado”, constata el contrato sobre el argumento con el que se realizó el trato directo.
El acuerdo fue firmado por Juan Pedro Palta, quien se encuentra subrogando en el cargo de seremi de Culturas en Copiapó. En ese momento, el contrato se selló bajo la supervisión del entonces ministro de Culturas, Jaime de Aguirre, quien salió del gobierno tras el cambio de gabinete del pasado 16 de agosto. En su reemplazo, entró la actriz Carolina Arredondo, cuyo nombre habría sido sondeado por la propia ex-Primera Dama, Irina Karamanos.
Malucha Pinto ha estado fuera de la primera línea política tras su salida de la Convención. Una de sus reapariciones ocurrió tras la victoria del Partido Republicano en los comicios de consejeros constitucionales del pasado 7 de mayo. En dicha ocasión, la exconvencional señaló que estaba “preocupada por el destino de nuestro país después de estas últimas elecciones (…). Algo que está pasando en todo mundo y Chile no está ajeno a la tendencia hacia la ultraderecha”.
Esa jornada, en Chilevisión, Pinto también descartó retornar a algún cargo de elección popular: “No me interesa ir al Congreso, Senado o algo así”.
Consultada por su contrato con el Ministerio de las Culturas, Malucha Pinto indicó a La Tercera que: “Nosotras somos actrices, actores, dramaturgos, directores que hacemos un trabajo y nos contratan entidades públicas o privadas para desarrollar nuestro trabajo, como cualquier chileno o chilena. (…) Haber sido convencional fue un espacio en el que estuve dos años y, obvio, vuelvo a mi trabajo, a lo que he hecho siempre”.
Con su contrato del 3 de agosto, Malucha Pinto se convirtió en la décimo segunda autoridad con paso en la Convención Constitucional que ha reforzado las tareas del gobierno del Presidente Gabriel Boric.
Dicho número no es menor: el 8% de los constituyentes ha pasado por esta administración. Entre quiénes han llegado a posiciones de mayor poder se encuentra Ricardo Montero, quien tras ser por casi un año el jefe de gabinete de la ministra del Interior, Carolina Tohá, se convirtió el 16 de agosto en el nuevo subsecretario de Defensa.
En el Ministerio del Interior, Montero coincidió con la exconvencional Constanza Schönhaut (CS), quien asumió la coordinación con las delegaciones presidenciales regionales y provinciales.
En dicha cartera, pero en la Subsecretaría de Prevención del Delito, están César Valenzuela (PS), jefe del programa Denuncia Seguro, y Tatiana Urrutia (RD).
A su vez llegado al gobierno Ignacio Achurra (CS), como director de la División de Organizaciones Sociales (DOS) de la Segegob; Beatriz Sánchez, como embajadora en México; Rosa Catrileo, como jefa de la Unidad de Coordinación de Asuntos Indígenas (UCAI), de Desarrollo Social; Tomás Laibe (PS), en Hacienda; Jeniffer Mella, en Culturas, y María José Oyarzún (RD), en la Seremi de Salud de Valparaíso.
Patricio Fernández, nominado por el Presidente Boric como delegado de La Moneda para la conmemoración de los 50 años, ha sido hasta ahora el único exconvencional en reforzar el gobierno y, posteriormente, renunciar.