Veinte bisontes serán sacrificados el viernes al amanecer cerca de la localidad de Megève, en los Alpes franceses, después de que se escaparan de su criadero y que no fuera posible llevarlos de vuelta, informó la prefectura del departamento de Alta Saboya (este).
Los 20 bovinos, entre los que hay dos crías, se escaparon la mañana del miércoles en unas condiciones aún no aclaradas de su criadero. La prefectura intentó en vano conducirlas de vuelta al interior del cercado, con ayuda de agentes de la Oficina Nacional de Caza y Fauna Salvaje.
Las alcaldías de las cercanas localidades de Megève y Saint-Gervais ordenaron restricciones en la circulación.
«A los bisontes no se los dirige como a un rebaño de vacas», explicó a la AFP Aurélie Lebourgeois, de la prefectura de Alta Saboya.
Un ejemplar de bisonte suele pesar entre 300 y 600 kilos.
Los bisontes se mantuvieron «relativamente alejados de las zonas habitadas, pero hay caminos de senderismo, por lo que existía un riesgo de que se dieran encuentros desafortunados», añadió Lebourgeois.
La opción de sedarlos también se analizó, pero finalmente fue abandonada, pues había que prever cantidades muy altas del producto anestesiante y existía el riesgo de no dar con una zona del cuerpo desde la cual se propagara rápidamente, explicó.
«No hacemos esto con gusto, pero no podíamos asumir el riesgo de […] que un bisonte llegara a la ciudad», concluyó Lebourgeois.