Una hora cuarenta y nueve minutos duró la sesión de este martes en la tarde de la comisión investigadora de la Cámara que indaga responsabilidades políticas en el manejo de la crisis que generó la denuncia por violación en contra del exsubsecretario Manuel Monsalve.
Si bien la idea inicial era recibir a asesores y funcionarios del Ministerio del Interior que supieron de los hechos por confidencia de la propia víctima, antes de que ella presentara su denuncia, las excusas enviadas por los citados obligaron a cambiar los planes de la instancia investigadora.
En su reemplazo, el presidente de la comisión, el diputado Miguel Mellado (RN), convocó a los jefes de gabinete del Presidente Gabriel Boric, Carlos Durán, y de la ministra Carolina Tohá, Pía Mundaca, que ya habían estado en la instancia, pero en esa anterior oportunidad no alcanzaron a exponer plenamente ni contestar todas las preguntas de los diputados.
Aunque ambos altos asesores se apegaron a la línea discursiva de La Moneda de que la salida de Monsalve era inminente desde que se supo de la denuncia, el martes 15 de octubre (día uno) sus relatos fueron consistentes en términos de que la decisión inicial del Presidente Gabriel Boric y la ministra Carolina Tohá fue mantener estricta reserva del caso en los primeros días.
De hecho, varias autoridades de gobierno, entre ellos la ministra Camila Vallejo y el entonces titular de Justicia, Luis Cordero (hoy subsecretario del Interior), se enteraron por la prensa cuando el vespertino La Segunda publicó que había una denuncia de índole sexual contra Monsalve el 17 de octubre (día tres).
En su exposición, Durán recalcó que desde el día uno en el gobierno tenían clara la gravedad de la situación y que por lo mismo había un “deber de reserva”.
Además, recalcó que la publicación en La Segunda no fue factor para resolver la salida de Monsalve, pues esa decisión ya estaba tomada una vez que el Presidente supo de la denuncia.
“Debo descartar desde todo punto de vista que la eventual filtración por los medios de prensa haya sido un factor determinante en la toma de decisión. Eso no fue así. Lo que hubo fue una decisión muy temprana de proceder a la renuncia del subsecretario Monsalve una vez que se recabaran más antecedentes”, señaló.
Además, el jefe de gabinete de Boric dijo que se enteró del viaje del exsubsecretario al sur, a quien se le dio un tiempo para avisar a su familia, cuando ya era un hecho consumado.
“Esa fue parte de una información que nos da el Presidente, tal como ya lo hemos señalado, y esa información se da en el marco de una conversación con el Presidente. Tal como ocurre en otros casos, quien habla le ofrece al Presidente una reflexión sobre las ventajas y desventajas de las decisiones que se están ejecutando y que en este caso decían relación con un tema que evidentemente era de suma gravedad, sumamente delicado y que, por su naturaleza, implicaba un deber de reserva”.
Consultado Durán por las razones que no les informó del caso a los otros ministros del comité político, instancia en la que él participa como secretario ejecutivo, reiteró que el Presidente Boric le pidió mantener en secreto la información a la espera de reunir más antecedentes de la denuncia.
“Lo que me informa el Presidente en aquel momento es que esta información, que es grave, una vez que se recaben los antecedentes, va a ser informada, como corresponde, a los ministros del comité político. Por lo tanto, nuevamente, yo no le debía contrarrestar a una comunicación que el Presidente me da”, dijo.
La jefa de gabinete de Tohá dio otra pista del hermetismo inicial con el que se manejó el gobierno.
Si bien el exjefe de gabinete de Monsalve, Gabriel de la Fuente, y contados funcionarios de la repartición, que eran amigos de la víctima, tenían algunas referencias por testimonio de los propios involucrados, la denuncia en cuestión solo se manejó en un grupo inicial de cuatro responsables del Ejecutivo: la misma ministra del Interior, el Presidente Boric, el mencionado Durán y el jefe de asesores presidenciales, Miguel Crispi.
Incluso, Pía Mundaca reveló que ella fue informada de la denuncia el día dos (el 16 de octubre).
El día anterior (15 de octubre) Tohá le pidió hacer unas averiguaciones de una persona (la denunciante), pero sin contarle “las razones de esta solicitud”y dándole instrucciones precisas de que “no podía solicitar la información a nadie para hacer esta indagación”.
“La primera aproximación que tuve de los hechos fue el martes 15 de octubre por la tarde… ”, dijo la asesora de Tohá, quien agregó ese día “a ministra me dio el nombre de una persona y me pidió investigar si esa persona trabajaba en el Ministerio del Interior y en qué lugar trabajaba.
Yo obviamente cumplí mi tarea, le informé a la ministra, pero yo en ese momento no sabía que el nombre que me había entregado la ministra del Interior correspondía a la historia que íbamos a conocer después”, detalló.
Recién en la mañana del día siguiente Tohá le pidió averiguar más antecedentes de esa persona “porque estaba preocupada por su situación”.
“Para esos efectos, me puso al tanto de la existencia de una denuncia por abuso sexual y violación en la calidad de víctima de la persona, de que el denunciado era el exsubsecretario Manuel Monsalve y que también se estaba investigando su petición a la PDI por un informe de inteligencia sobre sus movimientos la noche de los hechos”, narró, recalcando que al tratarse de una investigación en curso esta era secreta.
El diputado Mellado (RN) valoró que “los jefes de gabinete del Presidente y la ministra del Interior no tuvieran problema en enfrentarse a las preguntas, incluso más difíciles que se le hicieron”.
“Contestaron todo y nos dejaron claro que desde el día uno el Presidente tenía la intención de cambiar a Monsalve”.
Sin embargo, comentó que “también nos dejaron claro que se demoraron 18 o 12 horas, más de lo que debían haber sido, para poder tomar esa decisión.
¿Qué fue lo que sucedió ahí?”.
La diputada Sofía Cid (indep. republicana), integrante de la comisión investigadora, dijo que “hay contradicciones que son evidentes, como, por ejemplo, que la ministra Tohá diga que no sabía el alcance de la denuncia, sin embargo, su jefa de gabinete dijo que era un caso gravísimo y que no se compartiera con nadie, solo el jefe de gabinete de Monsalve. Lo mismo en el caso de Carlos Durán, a quien también se le pidió no comentar el tema con ningún ministro, dando cuenta de que, tal como en el caso Convenios, quisieron tapar el tema”.
Pese a las críticas, en el gobierno quedaron con una buena evaluación del desempeño de Durán y Mundaca, luego de varias sesiones tensas en que autoridades de gobierno debieron enfrentar duras recriminaciones de legisladores opositores.
Además, la mencionada reserva con la que actuó el Ejecutivo era un hecho conocido, en vista de que se trataba de una investigación en curso, en la que se privilegió el respeto con la denunciante, a quien se intentó contactar a través de correo electrónico para ofrecerle apoyo e informarle del inicio del sumario administrativo.
