Polémica generó el reconocimiento que le entregó el presidente Gabriel Boric al juez español Baltazar Garzón, a propósito de la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado.
Se trató de una ceremonia realizada el pasado sábado en Madrid, donde el mandatario le entregó una medalla de “conmemoración de los 50 años” al magistrado, por su papel en la detención de Augusto Pinochet en Londres, en octubre de 1998.
Recordemos que Garzón emitió una orden de captura para someterlo a juicio por los crímenes de ciudadanos españoles durante la dictadura, aprovechando que el dictador se encontraba de viaje en la capital de Inglaterra.
Luego de 503 días en arresto domiciliario, en marzo de 2000, finalmente el Ministerio del Interior británico decidió dejar a Pinochet en libertad por razones humanitarias, por lo que pudo retornar a Chile, donde debió enfrentar a la Justicia, por los casos Operación Cóndor, Caravana de la Muerte y Operación Colombo.
Destacar que Augusto Pinochet falleció en diciembre de 2006, sin haber sido condenado por algún delito de lesa humanidad cometido durante el régimen cívico-militar que encabezó.
Pero en paralelo a la notoriedad internacional que logró con el caso de Pinochet, Garzón fue expulsado de la carrera judicial en 2012 por ordenar escuchas ilegales en el caso de la red de corrupción conocida como “Gürtel”, vinculada al conservador Partido Popular, entonces en el poder.
Por lo mismo, el reconocimiento entregado por el presidente Gabriel Boric generó de inmediato reacciones en la oposición, quienes apuntaron al papel que cumplió Garzón en la demanda marítima de Bolivia contra Chile, en La Haya.
“No hemos encontrado todavía toda la justicia, pero lo que hizo usted dio al pueblo de Chile esperanza”, le dijo el presidente Boric tras entregarle el reconocimiento.
Por su parte, Garzón sostuvo que para él “como juez y jurista, persona y como militante de los Derechos Humanos, fue un honor sumarme a la Historia de Chile, el 16 octubre de 1998: tomé una decisión que desde mi punto de vista era la única que se podía y se debía tomar en ese momento”.
Un reconocimiento a “espaldas” de Cancillería
Aunque, el reconocimiento no fue coordinado con el Ministerio de Relaciones Exteriores, algo que, si bien no sorprende, le abre un flanco al ministro Alberto Van Klaveren, quien podría ser citado a la Cámara de Diputados para dar explicaciones.
De todas maneras, el canciller intentó bajar el perfil a la polémica, asegurando que “esta es una decisión presidencial. Como Ministro de Relaciones Exteriores y parte del gabinete, obviamente, respeto una decisión de carácter presidencial”.
“El tema de quién estuvo informado, yo creo que es un tema absolutamente irrelevante”, añadió el jefe de la diplomacia chilena, quien explicó que “el reconocimiento que se le hizo a Baltazar Garzón fue por su trabajo en términos de luchar contra la impunidad de la Comisión de Crímenes de Lesa Humanidad en distintos países del mundo”.
“Ese es el sentido del reconocimiento que se le hizo, más allá de las diferencias que podamos haber tenido y que pueden incluso seguir presentes”, agregó.
Oposición califica reconocimiento a Garzón como una “provocación”
Al respecto, desde Chile Vamos calificaron el reconocimiento a Garzón como una “provocación”, recordando además su asesoría al país altiplánico durante el juicio en la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
“Tenemos que recordar que este activista de la judicatura, fue apartado de la justicia española por 11 años por el delito de prevaricación”, rememoraron los diputados Cristián Labbé y Gustavo Benavente.
“Más aún, defendió los intereses de Bolivia en su demanda marítima contra Chile ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya”, indicaron.
E ese sentido, los legisladores afirmaron que el Presidente Boric “al parecer tiene una fijación para indultar a delincuentes, por lo que vamos a hacer una protesta formal ante la Cancillería (…), ya que la Presidencia de la República debe actuar en función y en beneficio del país y no para gustos personales de quien habita el cargo”.
Pero además, desde Renovación Nacional, la diputada Marcia Raphael, acusó al Gobierno de seguir “en su agenda de dividir a los chilenos con motivo de los cincuenta años del pronunciamiento militar”.
“El presidente Boric se encuentra una gira en Europa que claramente no tiene la finalidad de atraer inversión, sino que reconocer a personajes como el juez Garzón, que sin duda en una provocación y no está a la altura de lo que debería hacer un jefe de Estado en el contexto de una conmemoración en donde el Partido Comunista quiere imponer su versión de la historia”, fustigó.
Por su parte, el secretario general del Partido Comunista, Lautaro Carmona, defendió el reconocimiento al juez español, desestimando los cuestionamientos.
“Pinochet no pudo jamás haberse escondido en la demencia de manera cobarde para arrancar de la justicia por su responsabilidad directa en tanto crimen (…) si no hubiera sido por la determinación del juez Garzón de tratar de juzgarlo por crímenes de lesa humanidad vinculados a la Operación Cóndor”, resaltó.
“Nosotros sentimos una tremenda satisfacción de aporte porque una de las querellas criminales fue la que presentó Gladys Marín, representando precisamente a quienes fueron víctimas de esta operación Cóndor”, precisó Carmona.
Respecto a las críticas, el militante del PC dijo que son “absolutamente” infundadas y destacó que el homenaje “está restringido a este aporte puntual. Es un reconocimiento a alguien que aportó a la lucha por la verdad y la justicia”.