Un total de 72 hectáreas intervenidas es el resultado parcial del Programa de Gestión e Incorporación de Rastrojos 2018, iniciativa impulsada conjuntamente por la Municipalidad de Colbún y la empresa Colbún S.A., cuyo objetivo es crear conciencia sobre la importancia de proteger el medio ambiente, generar buenas prácticas y aportar al desarrollo de una agricultura más amigable con el entorno.
El programa, que se inició en enero y que se extenderá hasta agosto, está dirigido a cerca de 80 pequeños agricultores de la comuna, quienes reciben asistencia técnica, capacitación y seguimiento personalizado en terreno por parte de profesionales especializados, junto con la posibilidad de disponer de maquinaria agrícola, a fin de realizar el triturado del rastrojo y su reincorporación al suelo.
La finalidad de este trabajo es evitar la quema de residuos derivados de la agricultura como restos de podas, rastrojos o pajas de trigo o maíz, en otros, que genera grandes daños en la superficie cultivable, el aire y el entorno, y que puede ocasionar eventuales incendios forestales.
A la fecha, a través del programa se han intervenido 52,1 hectáreas, de las cuales 25,1 corresponden a áreas de trigo, 23 a maleza, y 2 a maíz y berries. Las 20 hectáreas restantes donde se ha realizado triturado son sectores destinados a eventos masivos y terrenos con riesgo de incendio forestal.
El director de Asuntos Públicos de Colbún S.A. en el Maule, Rodrigo León, valoró el trabajo que se está desarrollando en el marco de esta iniciativa.
“Esto traerá dividendos a largo plazo en materia de ahorro de agua y fertilizantes, menos emisiones de CO2 a la atmósfera y contar con una agricultura más amigable; además de enseñar a los agricultores que existe un mejor camino para dar tratamiento a los rastrojos”, indicó.
Por su parte Guzmaro Pereira, agricultor y participante del programa, dijo que “lo mejor que me ha pasado en la vida es haber participado en este programa. Uno siempre tenía que estar quemando las cosas, apilándolas por ahí y como perjudicando al medioambiente, aunque uno no quisiera. Es algo maravilloso que las personas dejen de quemar los rastrojos de maíz, de trigo o lo que tengan que quemar, porque existe una máquina muy buena”.
En tanto, Manuel Lizama, también participante de la iniciativa, comentó que “ha sido favorable porque incorporamos el rastrojo y además llegó un rastraje, así que nos ayuda bastante porque con los puros animales nosotros no podíamos. Con la máquina queda molido y después se incorpora (al suelo), así que es muy favorable”, concluyó.