Hace más de cinco años, en un día de otoño del año 2016, en circunstancias que el sargento primero, Alejandro Anabalón, se encontraba de servicio en el Retén Digua, situado a unos 41 kilómetros en la precordillera de Parral, se percató que un perrito apareció repentinamente y en deplorable estado de salud, además en un completo abandono, en las inmediaciones del cuartel policial.
Ante ello, los funcionarios policiales de la unidad lo cobijaron, dándole agua y alimento, para lograr estabilizarlo. Con el pasar de los días los uniformados se encariñaron con este perrito, al que apodaron “Pelos”, y lo llevaron al veterinario para su revisión respectiva, además de que recibiese los cuidados necesarios.
Cabe resaltar que “Pelos” cuenta con un microchip de mascota en compañía, tal como lo señala la ley Cholito, la cual enfatiza que “toda persona que tenga una mascota o animal de compañía le debe entregar alimentación, manejos sanitarios, recoger y eliminar las heces”. Además, indica que es obligatorio mantenerlos dentro del domicilio, residencia o en el lugar destinado para su cuidado.
Desde aquellos años, “Pelos”, es parte de la unidad policial precordillerana, acompañando diariamente a los carabineros en sus funciones diarias de cuartel.