En Osorno, el obispo nacional evangélico, Carlos Martínez, sostuvo que el catolicismo debe aceptar una verdad cruda pero real: La iglesia siempre ha protegido a los abusadores sexuales.
El integrante de la Unión de Pastores Evangélicos de Osorno sostuvo que las decisiones de El Vaticano en torno a los casos de abusos sexuales no sólo deben quedar en el interior del credo religioso, sino que también deben ser traspasadas a la justicia ordinaria.
Y es que a juicio del también integrante de la Comisión Nacional de Unidades Pastorales Evangélicas de Chile sostuvo que las decisiones que se tomen tras los encuentros entre el papa Francisco no deben asumirse como algo particular del credo religioso.
Con ello, se demostraría que se puede salir de la actual realidad, que es cruda, pero que cuestiona directamente a la jerarquía eclesiástica chilena.
Afirmó que en el caso del pueblo evangélico existen mecanismos de regulación ante conductas comprobadas de abuso sexual, debiendo seguirse por años a quienes sean descubiertos en tales prácticas.
Pero por sobre todo las conductas de abuso sexual deben ser traspasadas a la justicia, pues más que cuestiones morales se trata directamente de delitos, más aún cuando afectan a niños, adolescentes y jóvenes.
Si las pruebas están, dijo, la justicia debe proceder, recordando que “Dios no tendrá por inocente al culpable”.
