Mediante un comunicado de prensa suscrito por el administrador apostólico, Galo Fernández, el Obispado de Talca anunció la suspensión de actividades y de asistencia a misas en todas sus comunidades parroquiales de las provincias de Talca y Curicó.
El comunicado señala textualmente lo siguiente:
“Ante la delicada crisis sanitaria en que se encuentra el país debido a la rápida propagación del Covid-19 (coronavirus), la Iglesia de Talca quiere expresar su cercanía y solidaridad con todos los feligreses y personas de la Iglesia diocesana de Talca. En esta hora cobra particular importancia la responsabilidad y la solidaridad con que juntos debemos asumir este desafío. Pedimos a todos respetar rigurosamente las instrucciones emanadas por las autoridades, de todos depende cuidarnos y cuidar a los que son más vulnerables.
“En atención a ello la Diócesis de Talca, con todas sus parroquias y comunidades, asume las siguientes medidas:
“1.- Mientras persista la actual crisis se dispensa a todos los fieles de la diócesis del precepto dominical. En cambio les pedimos participar con profunda devoción en la Eucaristía por medio de la radio, televisión, internet y redes sociales. La información sobre las misas en estos medios estará disponible en diocesisdetalca.cl.
2.- A los sacerdotes les pedimos ofrecer diariamente la Eucaristía por todos los fieles aunque ello deberá ser sin la presencia física de ellos. Solo los podrán acompañar un grupo reducido de no más de 10 personas. Les pedimos a las comunidades buscar creativamente todos los medios para difundir estas Eucaristías.
3.- Durante este periodo ya se han suspendido todas las actividades masivas programadas por nuestra diócesis: Fiesta de San Sebastián, Asamblea Diocesana, confirmaciones, etc… Las parroquias, capillas y otras comunidades deberán suspender, hasta que sea necesario, todas las catequesis presenciales, charlas, encuentros formativos, conciertos, conferencias o encuentros similares en templos u otras dependencias de la Iglesia.
4.- No obstante lo anterior, invitamos a las comunidades que procuren mantener abiertos los templos para la oración personal y la adoración Eucarística. Y, en la medida de lo posible, procurar que haya ministros que puedan ofrecer en distintos horarios, para evitar toda aglomeración, la comunión fuera de la Eucaristía. Con todo, a los adultos mayores, a las personas de mayor riesgo de vulnerabilidad y, por cierto a todos los que tengan algún motivo para sospechar un contagio, les pedimos no concurrir a los templos.
5.- Respecto de las celebraciones de Matrimonios y Bautizos estos deberán ser postergados, aunque siempre en diálogo con las familias.
6.- En cuanto a los velorios les solicitamos continuar ofreciendo acogida y disposición. Les pedimos, eso sí, efectuar los responsos de manera acotada y con poca gente, siempre dialogando la situación con los familiares.
7.- En esta delicada circunstancia apelamos a lo mejor del alma solidaria que nos ha caracterizado en otras circunstancias como chilenos. Que ella se exprese en nuestro diario vivir procurando en todo anteponer el bien común al propio bienestar; velando por cumplir estrictamente las indicaciones para evitar la propagación del virus, comprando solo lo pertinente y compartiendo nuestros bienes con los más necesitados.
8.- Por último hacemos un llamado a nuestras comunidades parroquiales, grupos pastorales, jóvenes y agentes pastorales a estar atentos a los vecinos que están más solos, tienen graves necesidades o están enfermos. En esto habrá que ser creativos y prudentes al mismo tiempo”.
“Finalmente, aprovechemos este tiempo para fortalecer la comunión y la oración en familia, Iglesia doméstica por esencia. Invoquemos juntos, con el rezo del Santo Rosario, a la Madre y Reina de nuestra Patria, Nuestra Señora del Carmen, para que nos cubra con su manto”, concluye el documento.