Autoridades y equipos policiales de Colombia intensifican la búsqueda de Ilse Amory Ojeda, excarabinera chilena que fue reportada desaparecida a fines del mes de marzo pasado, luego de que ingresara al país junto a su pareja, Juan Guillermo Valderrama, a principios del mismo mes.
Una fiscal de la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de Santander, junto a la policía de Bucaramanga son quienes tienen a su cargo las indagatorias, en las que han podido establecer que la mujer no ha salido de territorio colombiano, al menos por un paso habilitado, dado que su último registro migratorio corresponde al 5 de marzo pasado, cuando ingresó al país en compañía de Valderrama.
El sujeto es 23 años menor que la sargento en retiro de Carabineros y es un expolicía de la zona en donde desapareció Ojeda, pero que actualmente trabajaba como garzón en el club de suboficiales de Carabineros en la comuna de Santiago, donde conoció a la mujer.
«Los policías indagan fotografía en mano por la extranjera, en aras de ubicarla o tener una pista real sobre su paradero», dijo el director de la Policía Nacional, general Óscar Atehortúa, según consigna el medio local El Tiempo.
Las autoridades colombianas ya cuentan con la orden judicial que les permitirá revisar los videos de la zona comercial donde se encontraba la pareja, donde habría tenido lugar la discusión que apunta la pareja de la mujer en sus declaraciones.
En ellas, Valderrama señala que la mujer descubrió una relación paralela que él tenía con una ciudadana estadounidense, por lo que habría decidido irse del lugar.»Tuve un error de jugar con varias relaciones al mismo tiempo. Por eso fue la gran molestia de ella que se enteró», sostuvo el sujeto, en conversación con Caracol.
Pese a la versión que entrega el expolicía y actual mesero, la familia de Ojeda no tiene confianza en sus palabras y acusan situaciones de violencia en la relación. «Me parece un cínico, finge que le preocupa, cuando yo sé que él abusaba física y sicológicamente de mi hermana», sostuvo la hermana de Ilse, Alejandra Ojeda.
En este sentido, la mujer sostuvo haber sido testigo de una llamada en la que el ciudadano colombiano «a gritos le exigía que le consignara un dinero a Colombia. Era bastante intimidante, y sus gritos se escuchaban al otro lado de la línea, por eso para nosotros él es el principal sospechoso en la desaparición de mi hermana».
