Un trágico accidente se vivió a bordo de un crucero que realizaba un recorrido por el Caribe, luego de que una niña de 18 meses murió tras caer desde 45 metros de altura, desde una ventana del barco en que viajaba con su familia.
La situación ocurrió luego que la menor estuviera en los brazos de su abuelo, quien intentó ponerla sobre una baranda para que la niña mirara por un vidrio, el cual no estaba en su lugar, por lo que la niña no tuvo nada que la sostuviera y terminó impactando contra el concreto, pues el crucero se encontraba atracado en San Juan, Puerto Rico.
En conversación con NBC, el abogado de la familia Sanello aseguró que demandarán a la empresa debido a que el vidrio no estaba en su lugar, lo que ocasionó finalmente la muerte de la pequeña.
“Básicamente su abuelo la levantó y la puso sobre una baranda, ya que él piensa que detrás hay un vidrio, algo que estaba claro, pero resulta que no estaba allí”, indicó el legalista Michael Winkleman.
Posteriormente la pequeña quiso golpear el vidrio, tal como se hace en los estadios de hockey, pero en ese momento la menor no encontró nada y se precipitó hacia el suelo.
En esa línea, el abogado insistió en su relato cuestionando a la compañía. “¿Por qué demonios dejarías una ventana abierta en una pared de vidrio llena de ventanas en el área de un niño?”.