Nicolás Maduro fue investido este viernes como presidente de Venezuela para el período 2025-2031, en una ceremonia celebrada ante la Asamblea Nacional (AN), controlada por el oficialismo. Durante el acto, el mandatario afirmó: «Juro por el histórico, noble y aguerrido pueblo de Venezuela y ante esta Constitución, que haré cumplir todos sus mandatos, inauguro el nuevo periodo de la paz, la prosperidad y la nueva democracia», dirigiéndose al presidente del Parlamento, Jorge Rodríguez. Sin embargo, la oposición venezolana continúa denunciando irregularidades en los resultados electorales y sostiene que Edmundo González Urrutia fue el verdadero ganador de los comicios celebrados en julio.
La Plataforma Unitaria Democrática (PUD), que agrupa a la oposición mayoritaria, insiste en que González Urrutia obtuvo la victoria en las elecciones del 28 de julio, respaldándose en el «85% de las actas electorales» que, según aseguran, demuestran el triunfo del opositor. Estos documentos han sido compartidos en una plataforma digital para consulta pública, aunque el Gobierno ha desestimado su validez, calificándolos de «falsos». Por su parte, el Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó a Maduro como ganador, pero hasta la fecha no ha publicado los resultados detallados, lo que ha generado desconfianza entre los detractores del régimen.
Mientras tanto, Edmundo González Urrutia, exembajador y principal líder de la oposición, ha reiterado que tomará posesión como presidente legítimo, tras una gira internacional en busca de apoyo. En contraste, el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, ha reiterado públicamente su respaldo y el de la Fuerza Armada a Maduro, consolidando la continuidad del oficialismo en el poder en medio de una profunda crisis política y social en el país.