El Departamento Jurídico de la Municipalidad de Talca, explicó en detalle, el motivo del desalojo de este lunes, desde una de las riberas del Río Claro, descartando de plano que se trate de un hecho, calificado por algunos de «matonezco», sino de un acto ajustado plenamente a derecho, como corresponde.
La Jefa del departamento, la abogada Grace Salazar, señaló que para comenzar con las obras de lo que será el futuro Proyecto del Borde Río, se requiere de la reubicación de éstas personas, muchas de las cuales han vivido décadas en una situación de ilegalidad, en tomas de terrenos.
Salazar agregó que estos desalojos debieron comenzar en 2016, fecha en que ya estaban las ordenes judiciales, pero fue el propio alcalde de Talca, Juan Carlos Díaz, de buena voluntad, quien entregó casi 3 años más de plazo a las familias, a fin de que pudieran obtener subsidios habitacionales y trasladarse a sus viviendas propias.
Y como no hay plazo que no se cumpla, dentro de 30 días ya comenzarán las obras, por lo que las personas deben salir del lugar, éste fue el caso de Leopoldo Rodríguez durante la mañana de este lunes: «estamos desalojando a las familias por etapas, según lo requiera la obra, esta fue la primera etapa y él fue desalojado de común acuerdo, de hecho pusimos a su disposición camiones municipales, maestros del municipio, para sacar sus pertenencias y llevarlas al lugar que él nos indicó», dijo la abogada.
Los desalojos continuarán y desde el Municipio insisten en que esto se conversó con todos y cada uno de los vecinos del borde río, quienes tenían absolutamente clara la situación y solo entienden la polémica generada hoy, como inventos de gente inescrupulosa, que nada tienen que ver con quienes viven, o trabajan ahí.
Cabe señalar que el proyecto, es una obra emblemática del Gobierno del Presidente Piñera, que busca el desarrollo y el bienestar de las comunidades, aprovechando sus recursos naturales.
Desde la Municipalidad, también aclaran que los puestos de trabajo, una vez terminado el mega proyecto, están considerados y seguirán, como tradicionalmente lo han hecho, en el borde del Río Claro.
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