Monseñor Galo Fernández asumió como administrador apostólico de la Diócesis de Talca, apenas pocas horas después que se oficializara la salida de Horacio Valenzuela.
El religioso fue recibido por el vicario Mario Molina en dependencias del Obispado de Talca, ubicadas en Alameda Bernardo O’Higgins, donde luego saludó a los demás funcionarios de la repartición.
“Asumo esta responsabilidad con mucha humildad, con sencillez, con deseos de servir con un gran aprecio a esta Diócesis y pidiendo a Dios que me ayude y me dé la sabiduría necesaria para cumplir esta tarea”, declaró.
Luego, Fernández resaltó que “quiero servir al pueblo de Dios, a la evangelización, a la tarea que la iglesia tiene, especialmente con el mundo de los que sufren en todas las dolencias del cuerpo y del alma”.
Sobre su parecer que el Papa le haya aceptado la renuncia al obispo Valenzuela, manifestó que “es una expresión de que nuestra disponibilidad al Papa, al proceso que queremos recuperar las confianzas en la iglesia, es real”.
Admitió que sostuvo conversaciones con el obispo saliente. “Él también está disponible para este proceso, en que dejamos con plena libertad al Papa para que nos ayude en este camino de recuperación de las confianzas en la iglesia de Chile”.
Sobre cómo se recuperan esas confianzas, declaró que “es un camino de diálogo, de escucha, de integración”.