Hace ya varios años la Laguna Aculeo no es la de antes, y tal como confirmaron un grupo de investigadores de la Universidad de Chile, se trata de la primera víctima en el país del cambio climático y la sequía.
La investigación liderada por la hidróloga Pilar Barría arrojó que si bien la agricultura y aumento de parcelas afectó en la escasez hídrica de la zona, lo que más influyó fue la disminución de precipitaciones desde 2010.
Según el Estudio de Balance Hídrico de la Cuenca de Aculeo, la agricultura es el mayor consumidor de agua con un 70%, mientras que el aumento de condominios y parcelas, es de un 14%. Sin embargo, según un balance hídrico, se establecieron tres escenarios diferentes en cuanto a la incidencia del consumo de la laguna.
En esta situación, se indagó en el consumo de agua, pero sin el efecto de la sequía, el cual arrojó que si bien habría disminuido el nivel del acuífero, este no habría desaparecido.
Aquí sí se consideró la sequía más el consumo de agua previo a 2006, año en que creció el rubro inmobiliario. En este caso, sí se habría secado la laguna.
En este caso, su desaparición se explica por la disminución en un 38% de las precipitaciones entre 2010 y 2018.
Al respecto, la intendenta metropolitana Karla Rubilar señaló: “Este análisis sin duda nos recalca que los efectos del cambio climático son irreversibles, haciéndonos valorar aún más nuestros recursos naturales que todos debemos cuidar y respetar».
Falta de precipitaciones
“La cuenca de la Laguna de Aculeo es un sistema endorreico, es decir, que no evacua cantidades significativas de agua superficial, por otra parte, no tiene afluentes importantes, por lo tanto depende altamente de la pluviosidad de cada año, por lo que la reducción de la precipitación asociada a la megasequía es fundamental para entender por qué se produjo la reducción del nivel del acuífero y consecuentemente, el hecho de que haya secado el agua de la laguna”, sostuvo Pilar Barría.
Agregó además, que “el cambio climático implica una reducción en la precipitaciones para las próximas décadas y la respuesta más efectiva frente a la escasez hídrica es tener un conocimiento exhaustivo del consumo que se realiza en cada cuenca. Estos diagnósticos permitirán realizar una adecuada planificación y gestión del recurso hídrico, así como un uso eficiente del agua. Sin este conocimiento, hay altas probabilidades de repetir la lamentable situación de la cuenca de Aculeo”.
