La Presidenta de la República, Michelle Bachelet, acompañada por el ministro de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Ernesto Ottone, llegó hasta la Universidad de Talca para asistir al lanzamiento de los libros patrimoniales “Tramas de la diversidad. Reflexiones, debates y propuestas en torno al patrimonio en Chile” y “Cocinas, alimentos y símbolos. Estado del arte del patrimonio culinario en Chile”, publicaciones del Departamento de Patrimonio Cultural del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA), editadas por Sonia Montecino, Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales.
La máxima autoridad del país agradeció al equipo editorial y a todos quienes participaron en los encuentros que dieron origen a estos libros “porque ellos serán claves para establecer una hoja de ruta fecunda y productiva en esta área”.
Igualmente, valoró “cómo se ido transformando, en un lapso más bien corto, la idea que teníamos de patrimonio. Ha sido un proceso lento, a veces subterráneo, pero que a mi juicio ha florecido muy especialmente en estos cuatro años, y eso me llena de orgullo. Porque hemos avanzado en la comprensión de que el patrimonio no es únicamente eso que se conserva y se investiga en museos y bibliotecas. No se trata sólo de edificios, monumentos, recuerdos cristalizados de un pasado más o menos glorioso”.
“Tramas de la diversidad. Reflexiones, debates y propuestas en torno al patrimonio en Chile” reúne propuestas surgidas de los doce Coloquios Regionales de Patrimonio Cultural que se llevaron a cabo bajo el título “El patrimonio, ¿bien común o bien de mercado?”, que a su vez culminaron en un Plenario Nacional a comienzos de este año. De esos encuentros y debates nacieron planteamientos como el de establecer un nuevo marco legal para el patrimonio.
En “Cocinas, alimentos y símbolos. Estado del arte del patrimonio culinario en Chile”, encontramos la sistematización de las reflexiones y conceptualizaciones del Primer Congreso Multidisciplinar de Patrimonio Alimentario y de los cuatro Encuentros Regionales de Patrimonio Culinario llevados a cabo en Santiago, Arica, Valparaíso, Chillán y Punta Arenas, donde cultores, productores, pescadores, recolectores, investigadores, docentes y funcionarios públicos, abordan las coyunturas y conflictos en torno a lo culinario.
“Hoy, la comida, pero no sólo la comida, también la manera de enfrentarla, de vivirla, así como los saberes, los oficios, las tradiciones que se trasmiten -y cambian en ese proceso, porque nada humano es inmutable- son parte de lo que entendemos por patrimonio. Lo material y lo inmaterial, lo tangible y lo intangible, se entrelazan para construir una trama cada vez más rica y cada vez más amplia”, explicó la Mandataria.
Y agregó que “ese entramado del patrimonio material e inmaterial está hecho también del trabajo que se hace para comprenderlo, conservarlo, difundirlo. Un trabajo esencialmente colectivo, como nos muestran estas dos publicaciones, nacidas ambas de profundos ejercicios de diálogo y reflexión llevados a cabo en todo Chile durante 2016 y 2017”.
Finalmente, la Presidenta de la República expresó que “es motivo de mucho orgullo el protagonismo que ha ido alcanzando la cocina como un aspecto muy relevante de nuestro patrimonio e identidad. Me honra haber creado en 2009 el Día de la Cocina Chilena, y que cada 15 de abril los chefs, pero también los ciudadanos, se sientan convocados a compartir y gozar de nuestras recetas. Y me honra también que contemos, desde 2016, con un Día del Vino Chileno -el 4 de septiembre, como saben bien aquí en Maule. A ello debemos sumar los concursos de cocina patrimonial del Consejo de la Cultura, hoy ministerio, así como la creación de un área de Gastronomía al interior de la institucionalidad cultural del Estado. Todo ello es testimonio de que entendemos muy bien el carácter multidimensional del patrimonio, y su incidencia en la construcción de la identidad chilena, hecha de tantos retazos, mezclas y mestizajes”, puntualizó.