Las fuerzas políticas de Japón han informado la decisión de seguir adelante con las elecciones del domingo a la Cámara de Consejeros de Japón, la cámara alta de la Dieta o el Congreso japonés, a pesar del asesinato este viernes del ex primer ministro Shinzo Abe.
El secretario general del partido Liberal Democrático (PLD) al que pertenecía Abe, fue el primero en confirmarlo, quien ratificó que la formación proseguirá con los actos de campaña previstos para el sábado “para demostrar que el país no va a sucumbir al miedo”, recoge el ‘Yomiuri Shimbun’.
Seguidamente, el primer ministro de Japón y presidente del PLD, Fumio Kishida, insistió en que las parlamentarias se desarrollarán según lo previsto. “Las elecciones son el pilar de la democracia y la democracia hay que defenderla”, declaró Kishida.
Explicó la importancia de continuar la lucha en la campaña electoral, no dejándose intimidar por los hechos violentos. “No podemos rendirnos ante la violencia y por esta razón seguiremos luchando en la campaña electoral hasta el final. Espero que el pueblo de Japón piense en ello y trabaje duro para proteger a nuestra democracia”, manifestó.
Según las encuestas antes del asesinato de Abe, la coalición gobernante que lidera Kishida parte como favorita a la victoria y se dirige a la victoria y es probable que el PLD amplíe el número de escaños que tiene por sí solo, lo que permitirá que Kishida afiance todavía más su control sobre la formación.
Los hechos
Durante la mañana de este viernes 8 de julio, fue asesinado el ex primer ministro Shinzo Abe mientras daba un discurso en la ciudad de Nara, al sur de la isla.
El hecho ocurrió cerca de las 11:30 AM en el horario local. Sin embargo, al tratarse de un acontecimiento a plena luz del día se logró detener al principal sospechoso. De este modo, se descubrió que se trataba de un hombre de 41 años que fue arrestado por la policía.
El exmandatario nipón fue trasladado hasta el Hospital de la Universidad Médica de Nara. Allí comenzó a recibir tratamiento médico con el fin de evitar el destino fatal. Sin embargo, fue difícil lograr estabilizar su estado de salud, pero tras cuatro horas de lucha, el político acabó falleciendo en el lugar.