El lunes 16 de abril de 2018 comenzó el proceso de regularización de visas para los inmigrantes en Chile. Esta normativa, entre otras medias, ordenó el ingreso de extranjeros al país, por medio de la solicitud de visas diseñadas especialmente para las dos nacionalidades que aumentaron de forma considerable sus cifras en los últimos años: la haitiana y venezonala. Ambos ante la crisis económica, social y política que viven dichos países.
Según información entregada por la Policía de Investigaciones (PDI) y dada a conocer por La Tercera, en abril de este año hubo una disminución de un 62% de migrantes provenientes de Haití en comparación al mismo mes de 2017. Es decir, de 6.300 a 2.388 personas.
Por otro lado, gracias a la visa de responsabilidad democrática que se le entrega a los ciudadanos de Venezuela, ante la crisis política que vive ese país, hubo un aumento de un 85% de extranjeros que están viniendo a Chile. Esto se grafica en que en el mismo mes anteriomente mencionado, hubo 22.454 inmigrantes venezonales que ingresaron al país en comparación a los 12.116 del año 2017.
Según afirmó al medio citado el subprefecto Claudio Soto, jefe del Departamento de Extranjería y Policía de Internacional de la PDI, la disminución de haitianos que ingresan a Chile «se ha notado, dado que en este momento en el aeropuerto de Santiago ya no hay presencia de vuelos charter ni directos a Puerto Príncipe que estén llegando o saliendo«.
Respecto a la situación de los ciudadanos venezolanos, Soto sostiene que este aumento de ingreso a Chile se debe a que la nueva visa presenta una ausencia de requisitos para entrar al país, lo que fomenta la inmigración. Sin embargo, afirma que en abril solo han llegado 167 personas con el nuevo visado.
No obstante, para evitar problemas judiciales, la PDI dispuso de dos funcionarios en la embajada en Caracas para verificar los antecedentes penales que aquellas personas que deseen venir al país.
