Los incendios forestales que azotan California dejaron un número aún por confirmar de muertos y heridos, y cientos de miles de evacuados, informaron este viernes las autoridades.
El mayor foco se ubica al norte de Sacramento, en el condado de Buttle, donde el “Camp Fire” arrasó con 280 km², donde las órdenes de evacuación fueron emitidas.
Otros dos incendios se registran más al sur, en el condado de Ventura, cercano a Los Ángeles, sumando entre ambos 56 km².
“La magnitud de la destrucción que hemos visto es increíble y desgarradora”, dijo Mark Ghilarducci, director de la oficina de emergencia del gobierno del estado. “Sabemos que hay heridos y que se han perdido vidas humanas, que aún estamos determinando”.
“Tenemos actualmente unos 105.000 evacuados en el sur de California por los dos incendios Hill y Woolsey, y unos 52.000 en el norte predominantemente cerca de ‘Camp’”, añadió.
Ghilarducci advirtió que el estado espera condiciones climáticas de incendios -de fuertes vientos y un clima muy seco- para los próximos días, una mala noticia para los casi 2.000 bomberos que combaten las llamas.
“Camp”, contenido apenas en un 5%, ha destruido 2.000 estructuras y amenaza un total de 15.000.
Carreteras están cerradas y órdenes de evacuación se emitieron en una docena de vecindarios de la ciudad de Paradise, una de las más afectadas, y de Chico.
Tres refugios fueron abiertos para atender a los siniestrados.
“Toda la parte inferior de Paradise está totalmente envuelta en llamas”, dijo Kevin Winstead, residente de la población cercana de Magalia, a la televisión local KIEM TV.
“Todo está envuelto en llamas ahora mismo, no quedará ni una sola casa en pie”, dijo. “Estoy devastado”.
El otro foco de incendio se desarrolló a pocos kilómetros de Thousand Oaks, donde un exsoldado abrió fuego en un bar el miércoles a la noche dejando 12 muertos antes de suicidarse.
California ha sido golpeado desde finales de 2017 por numerosos incendios especialmente violentos, que provocaron una decena de muertes.