Una semana ha pasado desde que el fuerte temporal que afectó varias regiones del país, sorprendiera negativamente a las 30 comunas que integran el Maule, las cuales fueron afectadas de alguna manera.
Precisamente, para comentar los efectos de este evento climatológico, el delegado presidencial regional del Maule Humberto Aqueveque, reveló en Pauta Informativa de Atentos Chile, el nivel de afectación de este segundo temporal registrado en menos de dos meses en el país.
«Este frente climático fue mucho más fuerte que el anterior y los daños son mayores, tenemos las 30 comunas del Maule con algún grado de afectación y además, algunos niveles de medición hablan de 700 milímetros de precipitaciones caídas en la cordillera, y es algo tremendo sobre todo cuando habíamos vivido ya un frente de mal tiempo que había generado condiciones que nos hacían ver que esto sería complejo», detalló.
La autoridad señaló que en esta ocasión, los desbordes y daños se originaron debido a que los suelos ya estaban saturados y no había absorción, además, los niveles de los ríos estaban a su máxima capacidad y había gran cantidad de nieve acumulada e isoterma baja, por lo que estaban todas las condiciones dadas para que ya al tercer día, los niveles de medición tuvieran alerta roja en todos los ríos de la región el Maule.
Resiliencia maulina
Aqueveque, relató parte de las vivencias de los afectados del temporal, tras su recorrido por zonas afectadas, asegurando que los maulinos pese a la pena, tienen mucha resiliencia.
«Es un tremendo, para vecinos y vecinas como de Licantén, que han sufrido dos inundaciones enormes, entonces además de resiliencia hay un poco de enfrentar procesos climatológicos duros para la región en menos de 8 meses, ya que también incluyo los incendios forestales del verano (…) Nosotros tenemos la fuerza para ponernos de pie, pero también hoy día percibo preocupación y rabia en la gente por la situación que estamos viviendo, que nos toque tan duro y tan seguido», lamentó.
Trabajo mancomunado
El delegado destacó además, la labor intachable que han ejercido los distintos organismos regionales en la emergencia tras las lluvias, trabajo que ha sido clave para reactivar la conectividad en algunas comunas.
«Debo reconocer a todas las instituciones que han trabajado en la emergencia, Carabineros, bomberos, Ejército, PDI, Senapred, funcionarios públicos (entre otros), los cuales han estado trabajando incluso fines de semana. Los equipos de vialidad han recuperado cerca del 54 % de la conectividad. Donde tuvimos más de 217 puntos de afectación, se han logrado conectar más de 115 de esos puntos, valoramos el trabajo desarrollado», resaltó.
Apoyo gubernamental
El último temporal resultó mucho más fuerte que el vivido en el mes de junio, por ejemplo, en aquella ocasión, se aplicaron cerca de 3.800 fichas FIBE, y en la actualidad, todavía no se cumple una semana y se llevan más de 4 mil fichas aplicadas, lo que refleja la magnitud de este segundo evento.
«Por otro lado, ya se elaboró la primera nómina del pago del bono de enseres de esta segunda afectación y se está pagando a más tardar este miércoles. Además, vamos esta el compromiso del ministerio de Desarrollo Social para realizar una segunda nómina que pase la próxima semana, por lo que hay una respuesta rápida», destacó.
En cuanto a los nuevos bonos y ayudas para los afectados de la segunda emergencia, informó que las personas que ya fueron catastradas en la primera emergencia serán contactadas vía telefónica para recibir nuevos beneficios, mientras que a través de los municipios, el ministerio de Economía va a generar nóminas de las personas que no fueron afectadas en la primera etapa, para iniciar un catastro.
«La ficha FIBE se aplica cada vez que haya una emergencia y genera beneficios cada vez que se requiera. Aquellas personas que han tenido dos afectaciones, también van a tener derecho a la tarjeta de compra de materiales, siempre se reconoce cada emergencia»; especificó.
Finalmente, ante la llegada del cambio climático y nuevos efectos meteorologicos, la autoridad resaltó que es hora de escuchar a la academia y realizar estudios para definir planes a largos plazo en zonas de constante riesgo.
Además, sostuvo que a la hora de realizar obras definitivas, se debe tener criterio para prever daños a la hora que las viviendas puedan enfrentar cualquier tipo de evento climatológico o extremo.
«De este evento sacamos conclusiones y aprendizajes, lo que va a determinar tomar decisiones duras y prohibir construcciones en zonas de alto peligro», cerró.