El Hospital Regional de Talca se refirió al caso de la menor de 7 años de edad fallecida el pasado 10 de junio mientras recibía atención médica en el Servicio de Urgencia, situación que originó la presentación de una querella por presunta negligencia médica en contra del centro asistencial.
La encargada de entregar una declaración al respecto fue la médico pediatra Mónica Donoso, quien precisó que al momento de ser ingresada la niña fue categorizada C-2, que corresponde a una paciente de mediana gravedad, determinándose que está en un shock inicial por lo que se empieza la reanimación por fluidos que es lo que está establecido por protocolos internacionales.
“Se hizo la auditoría de ficha de la paciente por parte de especialistas del área y se vio que los protocolos que se habían seguido fueron los adecuados. La paciente después de haber estado en tratamiento, aproximadamente a las 3.30 o 4 AM, comienza con un shock que ya fue irreversible y de lo que se pudo analizar se puede atribuir a un síndrome que se denomina ‘Respuesta Inflamatoria Sistémica’. La causa de este síndrome es atribuible generalmente a cuadros infecciosos y en el caso de esta pequeñita no fue posible durante el corto período que estuvo hospitalizada determinar cuál fue la infección causal, pero desde el punto de vista clínico sindromático fue lo que se alcanzó a diagnosticar y manejar en su estadía en la urgencia”, indicó la doctora Donoso.
Del mismo modo enfatizó que de acuerdo a la auditoria interna se pudo determinar que los tiempos de respuesta están dentro de todos los protocolos establecidos.
“Es bastante fácil seguir en forma bien precisa que cosas se hicieron y en eso se pudo determinar que los tiempos están dentro de lo establecido, considerando que se trataba de una paciente que debe atenderse nos más allá de media hora de su ingreso y con ella a los quince minutos ya se estaba haciendo terapia de toma de exámenes, administración de medicamentos y el uso de suero, que se aplican para este tipo de cuadros tan graves como un shock. Las niña inicialmente tuvo una buena respuesta, pero luego reinicia el cuadro siendo mucho más grave y severo, por lo que se utilizan medidas más agresivas pese a lo cual no se pudo revertir el shock que finalmente le provocó el paro cardiorrespiratorio y la muerte”, precisó la facultativa.
Igualmente la profesional sostuvo que es difícil, a veces, para las familias poder identificar síntomas que son graves y que debiesen llevar a consultar precozmente, agregando que en este caso en particular la niña había estado más de 24 horas presentando cuadros de catarro para luego agravarse con vómitos, decaimiento y desmayos, con pérdida de conciencia.
“Uno no espera que niños tan pequeños hagan cuadros tan severos, pero si pueden ocurrir desenlaces tan rápidos si las bacterias o las infecciones que provocan cuadros de este tipo son muy agresivas, que es lo que nosotros creemos ocurrió en el caso de esta menor. Ahora el cuadro infeccioso que causó el desenlace final no está claro, por eso el diagnóstico final de la auditoria es un síndrome de inflamación como respuesta sistémica”, sostuvo la facultativa.
Finalmente la doctora Donoso hizo hincapié que como institución están muy afectados por lo que ocurrió, ya que cuando se trata sobre todo del fallecimiento de niños se ve afectado todo el equipo médico.
“No es la idea alarmar a la población, pero de todas maneras si invitar a los papás a estar atentos porque los desmayos en los niños pequeños no son simples, sino que se trata de síntomas graves. Es distinto cuando un adulto enfrentado a una situación de estrés o emocional se desmaya, pero en un niño sobre todo si está enfermo, el desmayo es un síntoma de gravedad. Entonces se recomienda acudir precozmente a un centro de salud”, puntualizó.
