El 21 de septiembre recién pasado fue promulgada la Ley Dominga, normativa que establecerá un estándar especial en relación con el manejo clínico y acompañamiento psicosocial a madres y padres que hayan sufrido una muerte gestacional o perinatal de un hijo(a).
Se establece entonces que las instituciones de salud y los lugares de trabajo deben contar con protocolos para estos casos, otorgando atención especial, con un estándar de trato digno y empático.
El Ministerio de Salud (Minsal) dictará en un plazo de seis meses la norma técnica que establecerá acciones concretas que deberán realizar los establecimientos de salud para resguardar este derecho.
Es en ese contexto que la matrona supervisora del CR de Obstetricia y Ginecología del Hospital Regional de Talca (HRT), Claudia Bravo, explicó que como servicio, vienen trabajando desde hace años, de forma proactiva este tipo de acompañamiento, con una dupla psicosocial, en atención a lo cual el Minsal incluyó al HRT en el piloto para dar vida a los protocolos de duelo.
“La Ley Dominga viene a apoyar todas esas iniciativas que se están haciendo para que no quede tanto en la voluntad de las personas, sino que sea algo estructurado, que cuente con recursos, con capacitación del personal para que todos hablemos el mismo idioma y que todas las pacientes, a lo largo de todo el país reciban el mismo trato y puedan vivir este proceso de la misma manera”, indicó la matrona.
La profesional añadió que “actualmente estamos participando de un piloto de acompañamiento de duelo, que el ministerio trabaja desde hace dos años, donde se nos entrega una caja elaborada con recursos del Programa de Protección a la Infancia Chile Crece Contigo, y que trae objetos muy similares a la caja que como HRT ya veníamos trabajando y va a permitir que los padres se lleven este objeto para ir generando los recuerdos de la pérdida de su hijo”.
La caja contiene una masa para estampar las huellas de manos o pies; dos objetos simbólicos, donde uno se queda con la mamá y otro con el bebé al momento de sepultarlo; una manta para cobijar al hijo; una vela blanca; un marco para una fotografía o colocar algo para el recuerdo del hijo(a); y un mensaje para los padres.
“La Ley Dominga nos permitirá contar con herramientas efectivas, con un respaldo, porque son temas que no se tratan en la formación de pregrado”, sostuvo Bravo.
La Ley Dominga fue impulsada por Aracelly Brito, quien en 2020 enfrentó la muerte de Dominga, a las 36 semanas de gestación.
CAUSAS
El doctor Jorge Becker, médico jefe de la Unidad de Alto Riesgo Obstétrico (ARO) del HRT, detalló que dentro de las causas de muerte in-útero, “están los niños que traen malformaciones, problemas genéticos y también cuando la madre tiene algunas enfermedades que impide el crecimiento adecuado, lo que se llama restricción de crecimiento intrauterino, donde los niños son muy flacos y desgraciadamente fallecen antes de nacer”.
El especialista añadió que en las causas de muerte en los primeros días de vida también juegan un rol importante las malformaciones, con síndromes genéticos como causa de muerte, pero lo más importante por lejos es la prematurez. “Nosotros hacemos un esfuerzo grande porque ojalá ningún niño nazca prematuro, porque eso evidentemente involucra un riesgo de muerte no menor”, indicó el gíneco-obstetra.
Mencionar además, que la ley aumenta el plazo en caso de duelo por muerte de un hijo nacido vivo de 7 a 10 días y de 3 a 7 días para el caso de muerte de un hijo en periodo de gestación.
TESTIMONIO
Nicole Müller perdió a su tercer hijo: Bautista Poblete. “A las 12 semanas yo fui diagnosticada con un embarazo inviable y ya que estaba encausada entre las tres causales de aborto, se me planteó la posibilidad de hacerlo. Nosotros como familia decidimos seguir adelante con el embarazo sabiendo que no había milagro posible, pero que nuestra guagua estaba viva adentro mío”, contó la joven madre.
Agregó que “en el hospital recibió acompañamiento psicológico, que fue esencial para que nosotros pudiéramos salir adelante. La psicóloga nos planteó situaciones, de lo que se podía venir, gracias a eso nosotros pudimos estar bien, además de todo el apoyo familiar y de los amigos”.
Bautista finalmente llegó hasta las 38 semanas de gestación, se programó la cesárea, nació y estuvo vivo por 28 horas, lo cual para su diagnóstico (no desarrollo de encéfalo) fue considerado como “un regalo” por sus padres.