El Gobierno reconoció que no están las condiciones de seguridad para intentar realizar por tercera vez la exhumación de los restos del integrante de la CAM, Pablo Marchant, quien está sepultado en el Fundo Pidenco de Lumaco, región de La Araucanía.
En tanto, Miriam Gutiérrez, madre de Marchant, llamó a la CAM a reflexionar sobre lo ocurrido para permitir buscar verdad y justicia para su hijo.
El ensordecedor intercambio de disparos que provocó la retirada de 250 efectivos de Carabineros, la PDI y el Ejército, que el miércoles pasado intentaron por segunda vez exhumar los restos de Pablo Marchant Gutiérrez, no solo impactó a los habitantes de Lumaco, sino que también en el Gobierno.
Fue luego del Comité Policial de este lunes, que el delegado Presidencial Regional (s), Leopoldo Rosales, afirmó que por ahora no están las condiciones para realizar un tercer intento de exhumación de los restos de Pablo Marchant, el integrante de la Coordinadora Arauco Malleco abatido en julio del 2021 en un enfrentamiento con Carabineros tras un atentado en Carahue.
“Yo creo que sería arriesgado, digamos, intentarlo hacer muy pronto, pero en algún momento se va a tener que hacer. Por lo tanto, es una acción que en el tiempo se va a determinar cuándo es la oportunidad. En este momento yo creo que sería no oportuno, digamos, realizar esto”, expuso Rosales.
Esta diligencia fue solicitada por el abogado de la familia de Pablo Marchant, quienes pidieron una nueva autopsia porque afirmaron que tienen dudas respecto a cómo se produjo su deceso, señalando que el joven integrante de la CAM fue ejecutado por los agentes del Estado.
Miriam Gutiérrez, quien habló en exclusiva con La Radio tras este segundo fallido operativo, llamó a los integrantes de la CAM a reflexionar porque a su juicio, dijo, están impidiendo buscar verdad y justicia para su hijo.
Durante esta jornada se conoció -a través de redes sociales- un comunicado de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), donde se refieren a este segundo megaoperativo, aseverando que “manifestamos con mucho orgullo, haber cumplido el mandato espiritual y la voluntad de nuestro peñi, defendiendo con decisión el territorio recuperado, dejando en claro a este Estado colonial, al gobierno lacayo de Boric, sirviente de las forestales que el territorio mapuche es sagrado, que la voluntad de los weichafe camche se mantiene inalterable y que seguiremos resistiendo, incluso ofrendando la vida si fuese necesario”.