A diferencia del primer año de su mandato, cuando el Presidente Gabriel Boric conmemoró el tercer aniversario del estallido social con un mensaje al país, este 18 de octubre, en que se cumplirán cinco años de la «revuelta social», el panorama es completamente diferente.
El Ejecutivo ha decidido no realizar actos conmemorativos en esta ocasión, a pesar de que, a diferencia de 2023, cuando el Presidente y la ministra de la Segegob, Camila Vallejo, estaban en China durante la fecha, este año no hay compromisos internacionales que impidan un pronunciamiento. Vallejo confirmó el jueves pasado que no habrá gestos conmemorativos, afirmando que «las demandas subyacentes que están detrás del malestar expresado… siguen muchas de ellas pendientes, y por lo tanto, lo mejor que podemos hacer es seguir trabajando».
Los matices del Presidente
Este silencio contrasta con el 2022, cuando Boric se dirigió al país desde La Moneda para recordar el estallido, afirmando que «hace tres años miles de personas se manifestaron expresando un malestar acumulado por largo tiempo» y rechazando tanto la idea de que fue una revolución anticapitalista como que se tratara de una mera ola de delincuencia.
Sin embargo, Boric ha hecho algunas reflexiones públicas este año sobre la revuelta. Durante la presentación del Informe sobre Desarrollo Humano en Chile 2024 del PNUD, señaló que «se instala la cuña más polémica para caricaturizar lo que fue el estallido». También se refirió al «Perro Matapacos» en una entrevista, distanciándose de la imagen que este animal representó en las protestas, calificándola de «burda» y «ofensiva».
La postura del oficialismo
Los partidos oficialistas han adoptado una posición similar al Gobierno. Ni los partidos del Socialismo Democrático ni los de Apruebo Dignidad, como el Frente Amplio y el Partido Comunista (PC), realizarán actos conmemorativos por el quinto aniversario del estallido. Mientras el PC emitirá solo una declaración, el Frente Amplio no tiene planes de realizar mayores actividades.
Este enfoque del oficialismo se enmarca en un contexto de alta sensibilidad política. El reciente «Estudio Nacional de Opinión Pública N°92» del CEP mostró que un 50% de los encuestados evaluó negativamente el período de protestas, y la fecha coincide con la campaña para las elecciones municipales y regionales del 26 y 27 de octubre. Los dirigentes oficialistas prefieren evitar que la oposición utilice la fecha como un punto de ataque, tal como ocurrió en el aniversario del triunfo del Rechazo, y concentrar el debate en las urgencias sociales y las respuestas del Gobierno a las mismas.