Este miércoles y tras la detención de 24 médicos por emitir miles de licencias médicas ideológicamente falsas, el gobierno anunció que perseguirá legalmente a todas las personas que se vieron beneficiadas con la emisión de estas licencias médicas.
Se trata de profesionales colombianos detenidos por la PDI y que este jueves serán formalizados por la Fiscalía Oriente. Se les imputarán diversos delitos, como por ejemplo asociación ilícita y emisión fraudulenta de licencias.
Los aprehendidos están acusados de aprovechar que no necesitaban validar su título para ejercer la profesión (esto por tratados internacionales, para comenzar a ofrecer licencias médicas.
Los documentos eran reales, pero las enfermedades falsas. Los “pacientes” pagaban valores según el tipo de atención (física o telemedicina) y según cuántos días de reposo necesitaban.
Una licencia por telemedicina de 22 a 30 días costaba $75 mil, de los cuales $50 mil era para el médico y $25 mil como comisión. Presencial costaba $7 mil más barato.
También se detuvieron a otras cinco personas, entre ellos chilenos y venezolanos, que ejercían como captadores y representantes.
El director general de la PDI, Sergio Muñoz, señaló que los profesionales emitían 1.500 licencias anuales por cada uno. Agregó que lo defraudado, por lo menos, son $25 mil millones.
Se perseguirá a “pacientes”
En tanto, la ministra de Salud, Ximena Aguilera, indicó que también se perseguirá a los “pacientes” que compraron la licencia, por beneficiarse del uso fraudulento y recibir el dinero de Fonasa.
También detalló las sanciones que arriesgan los médicos.
Detenidos fueron investigados de forma similar a las bandas de narcotráfico, con interceptaciones telefónicas y agentes encubiertos.
De hecho, se estableció que tenían lujos similares a los del narco, con uso de vehículos de lujo, viviendas en la playa y el campo, compra de joyas y de vestimenta exclusiva personalizada con el nombre del propietario.
La ministra del Interior, Carolina Tohá, señaló que es el fraude de licencias médicas más grande de la historia de Chile.
Parte de las millonarias ganancias obtenidas eran enviadas al extranjero, según se pudo corroborar en la indagatoria.